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Al día siguiente nos levantamos temprano, nos alistamos para ir todos al hospital.
Nunca me gustó levantarme temprano, era de levantarse a las 6:50 am, alistarnos y preparar un lonche para el camino.
Pero esta vez fue la excepción, me levanté con muchos ánimos, lo triste era que no vería a mi hermano, ya estaba acostumbrado a no verlo por un día o dos... Pero estar 4 días sin él, para eso no estaba preparado.

Al llegar, mí papá, mí hermana y yo, nos despedimos de él.
Yo lloré, pero el me dijo que todo estaría bien y que después de la operación jugaríamos.
Mí mamá se quedó y en la tarde ella tendría que venir y mí papá ir al hospital a cuidarlo.
Cuando eso pasaba creéme que no me gustaba, mi hermanita tenía que hacer sus necesidades, todavía usaba pañal y obviamente alguien tendría que limpiarla y ese alguien era yo.

No tenían dificultades para alimetarla y todo lo demás sólo cuando hacía sus necesidades y más cuando hacía de la popis.
Mi mamá me había advertido que en esa zona nunca debería de ver y más porque ella era mi hermana, así que odiaba cuando mí papá salía y Elena me venía con que ya había echo "Popis", no sabía que hacer, porque sí la limpiaba ahí, tendría que ver ahí, o eso pensaba y mi mamá me había dicho que no debía ver ahí y si la dejaba se iba a rozar.
Así que me ponía a llorar, ahora que pienso en eso, al escribir, suena bastante estúpido.

Así que cuando llegaba mi mamá, me encontraba llorando, con los ojos rojos y a mi hermana con el pañal cargado.

Esos días fueron una tortura para mí, y ya no te he hablado sobre la escuela y realmente no había nada que contar, en la escuela iba todo bien, mi amigo me gustaba más. Sólo eso era lo nuevo.

A los quince yo...(Editando)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora