En el corazón del Reino de Seúl, el trono pertenece a un hombre imponente, temido y respetado en igual medida: el Rey Park Jimin. Un gobernante severo, de corazón endurecido por las guerras y la traición, que ha convertido su reino en una de las nac...
-No sé qué me está pasando -dijo con un hilo de voz, su cuerpo temblando.
Jimin no dudó. Caminó hasta él y lo envolvió en sus brazos, estrechándolo contra su pecho con ternura y firmeza.
-Todo estará bien, mi amor -le susurró, acariciando su cabello con suavidad-. Te cuidaré, te protegeré. No estás solo.
Yoongi se quedó inmóvil por un momento, aferrándose a la tela de la camisa de Jimin. Pero entonces, de un instante a otro, algo cambió.
El temblor en su cuerpo cesó. La calidez que había en su aura se desvaneció.
Jimin sintió un escalofrío recorrerle la espalda cuando Yoongi soltó una risa baja, grave, desconocida.
Con lentitud, Yoongi se apartó de su abrazo y lo miró de frente.
Jimin sintió cómo el aire se le atoraba en la garganta.
Los ojos de Yoongi... ya no eran los suyos.
Eran completamente negros. Vacíos. Sin alma.
Antes de que Jimin pudiera reaccionar, las manos de Yoongi se aferraron a su rostro con fuerza, apretándolo con un agarre que no tenía nada de delicado. Sus dedos se hundieron en su piel, como si intentara absorber algo de él.
-Yoon...gi... -murmuró Jimin, tratando de moverse, pero el agarre era implacable.
Yoongi inclinó la cabeza, sus labios separándose ligeramente mientras acercaba su boca a la de Jimin.
No era un beso.
Era algo más.
Algo que hacía que una alarma se disparara en la mente de Jimin.
Pero antes de que sus labios se tocaran, la puerta se abrió de golpe.
-¡Suéltalo!
Jungkook entró con rapidez, empujando a Yoongi con un movimiento preciso.
Yoongi cayó hacia atrás, pero se incorporó con una sonrisa... una sonrisa horrible, distorsionada, que no le pertenecía.
Jimin estaba en shock. Su cuerpo temblaba por el impacto de lo que acababa de ocurrir.
Yoongi no era Yoongi.
-Maldita sea... -susurró Jungkook, apretando los dientes mientras observaba con cautela cada movimiento de Yoongi.
Taemin apareció en la puerta, su rostro mostrando alarma al ver la escena. No dudó en correr hasta donde estaba Jungkook.
Yoongi inclinó la cabeza, su sonrisa aún presente, pero su cuerpo comenzó a sacudirse como si algo dentro de él estuviera luchando por salir.
-¡Sujétenlo! -ordenó Jungkook.
Jimin no pudo reaccionar a tiempo. Taemin se movió con rapidez, sosteniendo a Yoongi por los brazos mientras Jungkook colocaba su mano en su frente.
Un grito desgarrador salió de los labios de Yoongi.
Todos en la habitación vieron con horror cómo un aura negra comenzaba a salir de su cuerpo, elevándose en el aire como un humo denso y amenazante.
El cuerpo de Yoongi convulsionó, su rostro contorsionándose de dolor.
Jimin sintió un nudo en la garganta.
-¡Yoongi!
Pero Yoongi no podía responder.
El aura negra se retorció en el aire, como si quisiera aferrarse a algo, pero tras unos segundos de lucha... simplemente se desvaneció.
El cuerpo de Yoongi perdió toda la tensión y se desplomó en los brazos de Jimin, inconsciente.
Jimin lo sostuvo con desesperación, su corazón latiendo con fuerza descontrolada.
-Yoongi... -susurró, acomodándolo con cuidado contra su pecho, sus manos temblorosas acariciando su rostro pálido.
Jungkook y Taemin intercambiaron miradas preocupadas.
-Se fue... -murmuró Jungkook-. Pero no por completo.
Jimin levantó la vista con angustia.
-¿Qué quieres decir?
Jungkook suspiró con gravedad.
-Lo que sea que poseyó a Yoongi... todavía puede volver.
Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda.
Apretó a Yoongi con más fuerza entre sus brazos.
No lo dejaría ir. No dejaría que nada ni nadie se lo arrebatara.
🫧
Gente, oficialmente se quemo mi cerebro. Perdón si no es un buen capitulo 🥺 lo edite muchas veces porque no estaba quedando como quería 😭
En fin, les dejo esta historia con capitulo único
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