• Shadow• Jimsu

| T R E I N T A Y N U E V E |

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El castillo estaba en silencio.

Jimin caminó con pasos firmes por los pasillos, su mente trabajando rápidamente en todo lo que debía hacer.

Sabía que no podía quedarse de brazos cruzados.

Debía enmendar su error y asegurarse de que Yoongi y Eunji estuvieran protegidos.

Cuando llegó a la habitación donde Yoongi se había refugiado, se detuvo frente a la puerta y respiró hondo antes de entrar.

Al abrirla, sus ojos se encontraron con los de su amado.

Yoongi lo miró por un momento, luego se acercó con Eunji en brazos y sin dudarlo, le dijo con suavidad:

—Lo siento por lo que te dije antes.

Jimin lo miró con sorpresa.

—Amor mío, no tienes que disculparte.

Yoongi bajó la mirada, su expresión era de culpa.

—No debí alejarte de nuestra hija.

Jimin suspiró y extendió la mano, rozando con suavidad la mejilla de Yoongi.

—Lo entiendo. Cometí un error.

Yoongi levantó la vista y vio la sinceridad en los ojos de Jimin.

Por primera vez en días, el enojo y el miedo comenzaron a disiparse.

—Ahora solo importa una cosa… proteger a nuestra hija. — Jimin asintió con firmeza. —No dejaré que nadie les haga daño.

Yoongi lo miró fijamente y luego, con un suspiro, se dejó abrazar por Jimin, quien envolvió a ambos—padre e hija—en un refugio cálido y seguro.

—Vamos a solucionar esto juntos.

Jimin no se separó de Yoongi en ningún momento.

Sabía que los brujos oscuros estaban al acecho y que no podía permitir más errores.

Así que ordenó que la habitación real se convirtiera en el refugio de su familia.

Namjoon, Seokjin y Soohyun se instalaron allí también, siendo los únicos con suficiente poder para proteger a Yoongi y Eunji si algo llegaba a suceder.

Soohyun, con los brazos cruzados, miró a Jimin con aprobación.

—Me alegra que al fin estés tomando esto en serio, Majestad.

Jimin le lanzó una mirada afilada.

—Desde el primer momento lo he tomado en serio.

—No lo dudo. —Soohyun sonrió—. Pero protegerlos no solo significa ser fuerte con la espada. También significa saber cuándo pedir ayuda.

Jimin suspiró pesadamente y miró a Yoongi, quien se encontraba en la cama con Eunji, acariciando suavemente la cabecita de su bebé.

—¿Cuántos más puedes traer? —preguntó Jimin sin apartar la vista de su familia.

Soohyun sonrió.

—Voy a llamar a más brujos de confianza. Mientras más seamos, mejor.

Jimin asintió con determinación.

—El castillo está a su disposición. Llama a cuantos quieras.

Yoongi levantó la vista y miró a Jimin con sorpresa, este le tomó la mano con suavidad.

Cuando vio que Yoongi no lo rechazaba, dio un paso adelante y lo envolvió en un abrazo, asegurándose de no aplastar a su hija.

—Voy a protegerlos. —susurró Jimin contra su cabello—. Con todo lo que soy.