• Shadow• Jimsu

| C I N C U E N T A Y C I N C O |

🫧

La luz de la mañana apenas comenzaba a filtrarse por las grandes ventanas de la habitación real, tiñendo todo con un resplandor dorado. Jimin despertó con una sensación extraña en el pecho. Su mirada se posó en Yoongi, quien dormía profundamente a su lado, con el rostro relajado, pero con una expresión que Jimin no pudo descifrar del todo.

Parecía el mismo de siempre. Su respiración era tranquila, su piel aún era cálida al tacto, pero... algo no estaba bien.

Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda.

Desde que Yoongi había regresado, había notado pequeños cambios en él. Pequeños pero inquietantes. Sus ojos, por ejemplo. Siempre habían sido oscuros, pero en ciertos momentos parecían brillar con un matiz más sombrío, como si dentro de ellos hubiera algo oculto, algo que Jimin no alcanzaba a comprender.

Había momentos en los que Yoongi se quedaba en silencio demasiado tiempo, mirando al vacío, como si su mente estuviera atrapada en otro lugar. Y había otros en los que su presencia misma se sentía diferente, como si su aura se tornara más densa, más... pesada.

Jimin suspiró y desvió la mirada hacia la cuna de Eunji, donde su pequeña hija dormía plácidamente, ajena a las inquietudes de su padre.

No podía ignorar lo que estaba sintiendo. No podía quedarse sin hacer nada.

Con sumo cuidado, se deslizó fuera de la cama, asegurándose de no despertar a Yoongi. Se acercó a la cuna, levantó a su pequeña en brazos y salió de la habitación en completo silencio.

Mientras caminaba por los pasillos del castillo, el frío del amanecer lo envolvió, pero su mente estaba en otro lugar.

No podía evitar pensar en lo que había pasado. Yoongi había ido a la oscuridad para traerlo de vuelta. Había enfrentado cosas que Jimin no podía ni imaginar. ¿Pero a qué costo?

Llegó a la habitación de los Kim y golpeó suavemente la puerta.

Seokjin abrió poco después, aún con el cabello algo desordenado por el sueño. Cuando vio a Jimin con Eunji en brazos, su rostro se suavizó con ternura.

-¿Qué sucede? -preguntó, bajando la voz para no despertar a la niña.

Jimin le entregó a su hija con cuidado.

-Necesito hablar con Hoseok y Soohyun -susurró.

Seokjin lo miró con preocupación, pero asintió sin hacer preguntas.

-Cuídala, por favor -agregó Jimin, mirando a su pequeña con un amor infinito antes de girarse y marcharse.

Con pasos apresurados, Jimin recorrió los pasillos hasta llegar a la sala en la que Hoseok y Soohyun acostumbraban reunirse.

Cuando entró, los encontró discutiendo algo en voz baja, pero ambos levantaron la vista al verlo.

-Jimin -dijo Hoseok, sorprendido-. ¿Qué pasa?

Jimin cerró la puerta detrás de él y avanzó hasta ellos, sintiendo la urgencia en cada latido de su corazón.

-Es Yoongi -soltó sin rodeos-. Hay algo en él que no está bien.

Soohyun frunció el ceño.

-¿A qué te refieres?

Jimin pasó una mano por su cabello, frustrado.

-No sé cómo explicarlo, pero... algo cambió en él después de que regresamos. Es sutil, pero lo siento. Sus ojos... su presencia... a veces parece estar en otro lugar. Y otras veces... es como si no fuera él del todo.