| T R E I N T A Y S I E T E |

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🫧

Esa noche, el castillo estaba en calma. La luna iluminaba los pasillos de piedra y los guardias hacían su recorrido habitual.

En la habitación real, Jimin observaba a su hija dormir en su cuna.

Se veía tan pequeña, tan indefensa.

Recordó las palabras de Daehyun sobre el colgante.

"Protege a los recién nacidos de los malos espíritus."

Soohyun había dicho que no le gustaba el objeto, pero ¿qué daño podría hacerle un simple colgante?

Jimin se acercó con cuidado y tomó la pequeña cadenita de plata que aún reposaba en su escritorio.

La sostuvo entre sus dedos y la examinó bajo la luz de las velas.

No sentía nada extraño en ella.

Suspiró y se inclinó sobre la cuna, con cuidado deslizó la cadenita alrededor del pequeño cuello de su hija.

Listo, mi pequeña. Ahora estarás protegida.

Eunji se movió ligeramente en su sueño, pero no despertó.

Jimin sonrió y acarició con ternura la cabecita de su hija antes de retirarse a la cama, sin darse cuenta del leve brillo oscuro que recorrió el cristal negro del colgante.

Horas después Yoongi regresó a la habitación.

Había estado en la biblioteca con Soohyun, revisando algunos libros antiguos sobre magia de protección.

Desde la visita de Daehyun, una inquietud constante no lo dejaba en paz.

Cuando entró en la habitación, Jimin dormía profundamente.

Yoongi caminó con sigilo hasta la cuna para revisar a su hija.

Y fue entonces cuando lo vio.

El colgante de plata descansaba sobre el pequeño pecho de Eunji.

Yoongi sintió cómo una corriente de energía fría recorrió su cuerpo.

No necesitaba tocarlo para saber que ese objeto tenía magia oscura.

Su corazón latió con fuerza.

Jimin… —susurró con urgencia mientras se giraba hacia la cama.

Jimin no se movió.

Yoongi lo llamó otra vez.

Nada.

Se acercó rápidamente y tocó el brazo de su rey. Jimin estaba profundamente dormido, como si estuviera bajo un hechizo.

Yoongi sintió cómo el miedo comenzó a apoderarse de su pecho.

Regresó a la cuna y con manos temblorosas, intentó quitarle el colgante a Eunji.

Pero en el momento en que sus dedos tocaron la cadenita de plata…

Una fuerza invisible lo lanzó hacia atrás con violencia.

Yoongi cayó al suelo con un jadeo, sintiendo un ardor en las yemas de sus dedos.

Los miró y vio que su piel estaba marcada con un leve rastro negro, como si se hubiera quemado.

Ese colgante no solo tenía magia oscura.

Estaba diseñado para repeler a los brujos.

Yoongi sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

• Shadow• JimsuWhere stories live. Discover now