• Shadow• Jimsu

| C I N C U E N T A Y T R E S |

Dejen su ⭐

🫧

Esa noche, la calma envolvía la habitación real. Afuera, la luna bañaba el castillo con su luz plateada, y en el interior, una suave brisa entraba por los ventanales, moviendo con delicadeza las cortinas de seda.

Jimin estaba ahí.

Después de días de angustia, después de haberlo visto tan vulnerable en la oscuridad, después de haber luchado por traerlo de vuelta, Yoongi finalmente podía contemplarlo a su lado, despierto, respirando, vivo.

Jimin se había quedado en la habitación esa noche, insistiendo en no apartarse de él ni por un instante. Yoongi lo entendía, él tampoco quería soltarlo.

—Me estás mirando mucho —susurró Jimin, con una sonrisa juguetona, mientras acariciaba suavemente el cabello de Yoongi.

Yoongi, acostado junto a él, parpadeó al ser descubierto.

—No puedo evitarlo —murmuró—. Estuve tanto tiempo sin verte… tenía miedo de que…

Su voz se quebró levemente, y Jimin le acarició la mejilla con ternura.

—Estoy aquí, amor mio. No voy a ninguna parte.

Yoongi suspiró y, sin pensarlo demasiado, se acercó más hasta acurrucarse en el pecho de Jimin. Su calor lo envolvió al instante, su olor le resultó reconfortante. Era su hogar.

Jimin sonrió y rodeó a Yoongi con sus brazos, sosteniéndolo con firmeza pero con dulzura.

—No has dormido bien, ¿verdad? —murmuró mientras pasaba sus dedos por los mechones oscuros de su prometido.

Yoongi negó.

—No podía. No sin ti.

Jimin besó su coronilla y susurró:
—Entonces, durmamos juntos esta noche. Quiero sentirte cerca.

Yoongi cerró los ojos y apretó más su abrazo.

—Quiero tenerte cerca siempre.

El silencio se instaló entre ellos, solo roto por la respiración acompasada de Eunji, quien dormía plácidamente en su cuna al otro lado de la habitación.

—Yoongi… —susurró Jimin, después de un momento.

—¿Mmm?

—¿Qué fue lo que viste… en la oscuridad?

Yoongi se tensó levemente, pero Jimin lo notó y deslizó su mano hasta entrelazar sus dedos.

—Solo si quieres contarme…

Yoongi respiró hondo, su rostro aún oculto en el pecho de Jimin.

—Vi muchas cosas… muchas almas… pero la más importante fue ella.

Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda.

—¿Ella…?

Yoongi asintió y levantó la vista para encontrarse con los ojos de Jimin.

—Tu madre.

Jimin sintió que su corazón latía con fuerza.

—¿Mi mamá…?

Yoongi sostuvo su mano con más fuerza.

—Al principio, ella te abrazaba… te protegía… pero luego entendí que no era ella.

Jimin tragó con dificultad.

—¿Qué quieres decir?

—La oscuridad la había tomado. La usó para retenerte allí, para hacerte olvidar.

Jimin se quedó sin palabras.

—No sé si en algún momento fue realmente ella o solo una ilusión… pero lo que vi en sus ojos al final… Jimin, creo que sí te amaba.

Los ojos de Jimin brillaron con una mezcla de emociones: sorpresa, duda, anhelo.

—Nunca la conocí… —susurró—. No sé qué se siente que una madre te ame.

Yoongi apretó su mano y la llevó hasta su pecho.

—Pero Eunji sí.

Jimin bajó la mirada a su hija, su pequeña bebé que dormía profundamente en la cuna.

—Tienes razón…

Yoongi sonrió levemente.

—Eres un buen padre, Jiminie. Lo eres.

Jimin cerró los ojos y suspiró, dejando que las palabras de Yoongi calmaran la tormenta dentro de él.

—Gracias por traerme de vuelta —murmuró.

Yoongi besó suavemente su pecho.

—Siempre volveré por ti.

Jimin lo abrazó con más fuerza.

—Y yo siempre estaré contigo.

Se quedaron así, enredados el uno en el otro, sintiendo sus corazones latir al mismo ritmo.

Esa noche, Yoongi durmió por primera vez en mucho tiempo, seguro y protegido en los brazos de su rey.

Y, por primera vez desde que la oscuridad los había acechado, no hubo pesadillas.

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Este si es oficialmente el último capítulo escrito. Rueguen a que mi cerebro no se bloquee para escribir 🥺❤️