| C U A R E N T A Y S I E T E |

305 41 4
                                        


🫧

El amanecer filtraba su luz tenue por las grandes ventanas de la habitación real. Yoongi, sentado en el sillón junto a la cuna, sostenía a Eunji en sus brazos mientras la amamantaba. Su pequeña princesa bebía con tranquilidad, con sus diminutos dedos enredados en la ropa de su padre.

Cada minuto que pasaba, el nudo en su pecho se hacía más grande. Sabía que tenía que irse, pero la idea de dejar a su hija, aunque fuera por unos días, le resultaba insoportable.

Unos suaves golpes en la puerta lo hicieron levantar la vista. Seokjin entró con una expresión comprensiva.

—Es hora —dijo Jin con voz suave.

Yoongi respiró hondo, mirando a su pequeña antes de acomodarla contra su pecho y terminar de arroparla con su mantita. La besó en la cabeza con ternura, memorizando su olor, su calidez, todo de ella.

Luego, con cuidado, la entregó a Jin.

—Sabes que la cuidaré, cariño. Ve con cuidado —le aseguró Seokjin, ajustando mejor a Eunji en sus brazos.

Yoongi asintió, aunque el peso en su pecho se hacía insoportable.

—No dejes que le falte nada… dile que la amo todos los días.

—Lo haré —respondió Jin con una sonrisa suave.

Yoongi dejó un último beso en la frente de su hija antes de girarse hacia la cama. Jimin seguía allí, inmóvil, respirando de forma pausada, pero sin dar señales de despertar.

Se sentó en la orilla del colchón y acarició su mejilla con suavidad antes de inclinarse a besar sus labios.

—Trataré de volver pronto, mi amor —susurró, como si Jimin pudiera escucharlo.

Dejó un último beso en su frente y se obligó a levantarse. No podía permitirse dudar más.

Salió de la habitación con el corazón encogido, dirigiéndose al patio donde Taehyung y los otros brujos lo esperaban. Los caballos estaban listos, y el aire estaba cargado de tensión y expectación.

—¿Todo bien? —preguntó Taehyung cuando lo vio llegar.

Yoongi simplemente asintió, montando su caballo con agilidad.

—Vámonos.

Y con un último vistazo al castillo, al hogar donde dejaba a su familia, Yoongi y su grupo emprendieron el camino hacia Busan.

🫧


El sonido de los cascos de los caballos resonaba en el camino de tierra, mezclándose con el susurro del viento que sacudía los árboles a su alrededor. De Seúl a Busan era un trayecto largo, más aún viajando a caballo.

Taehyung iba al frente, liderando el grupo con mirada alerta, mientras a su lado cabalgaba Yoongi, su expresión vacía, con la mirada perdida en el horizonte.

Los demás brujos, Taemin, Kyungsoo y Jøngin, conversaban entre ellos en un intento de aligerar la tensión del viaje.

—¿Recuerdan cuando cruzamos este bosque hace años? —dijo Taemin con una sonrisa nostálgica—. Nos perdimos por tres días y terminamos alimentándonos solo de bayas.

Kyungsoo soltó una carcajada.

—Y tú te enfermaste porque comiste las equivocadas.

• Shadow• JimsuWhere stories live. Discover now