—¡Ahh! —Yoongi gritó de dolor al chocar contra algo invisible en la oscuridad.
—¡Yoongi! —Jimin gritó, alarmado, y giró hacia su madre.
Pero algo no estaba bien. El iris de Eunha ya no era oscuro como el de Jimin, sino completamente negro, profundo como el abismo mismo.
—¿Mamá…? —susurró Jimin con confusión y temor.
Eunha inclinó la cabeza hacia un lado, y sus labios se curvaron en una sonrisa escalofriante.
—Oh, mi niño hermoso… —su voz sonaba diferente, más gutural, distorsionada—. ¿De verdad crees que una madre dejaría ir a su hijo tan fácilmente?
El estómago de Jimin se revolvió.
Yoongi se puso de pie con rapidez y alzó la mano.
—¡Jiminie, aléjate de ella!
Jimin giró hacia Yoongi justo cuando este lanzó una bola de luz que golpeó el suelo entre él y Eunha.
El destello iluminó la oscuridad por un segundo, y en ese breve momento, la imagen de Eunha se distorsionó. Su rostro se alargó, su piel se volvió grisácea y agrietada, sus ojos eran dos pozos de sombra.
Jimin ahogó un grito.
—Tú… ¡Tú no eres mi madre!
La entidad soltó una risa rasposa y profunda.
—¡Por fin te das cuenta!
Jimin dio un paso atrás, horrorizado.
—¿Qué eres…?
Yoongi corrió hacia Jimin y lo sujetó de la muñeca.
—Es un alma oscura. Está absorbiendo tu energía, Jimin. Te está usando para sostenerse en este lugar.
Jimin sintió su pecho oprimirse.
—No…
La criatura, que había tomado la forma de su madre, sonrió burlona.
—Te mentiste a ti mismo. Sabías que algo estaba mal, pero preferiste aferrarte a una ilusión.
Yoongi apretó la mano de Jimin con más fuerza.
—No le escuches. Tú eres fuerte, mi rey. ¡Vamos a casa!
Jimin miró a Yoongi con los ojos llenos de lágrimas.
—Yoongi…
La criatura siseó y alzó una mano, lanzando una sombra oscura como una lanza directa a ellos.
—¡NO TE IRÁS!
Yoongi reaccionó al instante.
—¡Agarra mi mano, Jimin!
Jimin lo hizo sin dudar.
Yoongi reunió toda su magia y creó una barrera de luz que los envolvió justo cuando la oscuridad los alcanzaba.
El hechizo los protegió, pero la criatura no se rendía.
—¡TÚ ME PERTENECES, JIMIN!
Jimin cerró los ojos y gritó con todas sus fuerzas.
—¡NO! ¡YO PERTENEZCO A MI FAMILIA! ¡A MI YOONGI!
Y con esas palabras, la oscuridad comenzó a quebrarse.
El poder de Yoongi brilló con intensidad mientras pronunciaba el último verso del hechizo. Una ráfaga de luz rodeó a Jimin, envolviéndolo en un resplandor cálido.
Jimin abrió los ojos con sorpresa cuando sintió cómo su cuerpo se volvía liviano.
—¡Yoongi! —gritó, tratando de sujetarlo.
Pero Yoongi no lo soltó.
—Vuelve a casa, mi amor.
Jimin sintió el tirón de la magia jalándolo lejos.
—¡No! ¡Tienes que venir conmigo!
Yoongi sonrió con ternura.
—Lo haré… pronto.
La oscuridad comenzó a desmoronarse, y Jimin fue absorbido por la luz.
—¡YOONGI!
Pero cuando Jimin desapareció, la oscuridad volvió a cerrarse sobre Yoongi.
Dejándolo solo.
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KAMU SEDANG MEMBACA
• Shadow• Jimsu
Fiksi PenggemarEn el corazón del Reino de Seúl, el trono pertenece a un hombre imponente, temido y respetado en igual medida: el Rey Park Jimin. Un gobernante severo, de corazón endurecido por las guerras y la traición, que ha convertido su reino en una de las nac...
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