| C U A R E N T A Y C U A T R O |

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El suelo se agrietó bajo sus pies, el castillo entero tembló con la magnitud de su poder.

Kyungsoo, Taemin y Jøngin miraban en completo asombro.

—No puede ser… —susurró Kyungsoo. —Su magia es más fuerte que cualquier cosa que haya visto.

—Él es… —Jøngin tragó saliva, incapaz de encontrar palabras para describirlo.

—Un dios —murmuró Taemin.

Pero Yoongi no los escuchaba.

Cuando el último brujo de aura negra fue reducido a cenizas, el viento se calmó, la tierra dejó de rugir.

El silencio cayó sobre el castillo.

Yoongi respiraba agitadamente, su cuerpo temblaba.

Entonces, sintió algo.

Un débil latido.

Se giró de inmediato y corrió hacia Jimin, cayendo de rodillas a su lado.

Colocó una mano sobre su pecho.

Estaba vivo.

Pero apenas.

La magia de Yoongi comenzó a disminuir, su furia fue reemplazada por una angustia insoportable.

—Resiste, amor mío… —susurró, tocando su rostro con manos temblorosas.

Pero Jimin no reaccionó.

Yoongi apretó los dientes y tomó aire.

Si la magia podía destruir… también podía sanar.

Y él haría lo que fuera para traerlo de vuelta.

🫧

Hoseok bajó las escaleras apresuradamente, su corazón latiendo con fuerza.

Había sentido la furia de Yoongi, la destrucción que había dejado a su paso. Pero ahora, el silencio reinaba en el castillo.

Cuando llegol, su vista se encontró con un escenario escalofriante:

Los cuerpos de los brujos de aura negra habían desaparecido, convertidos en polvo. La tierra estaba agrietada, y en medio de todo, Yoongi se arrodillaba junto a Jimin, con las manos temblorosas sobre su pecho, tratando de sanarlo con su magia.

Pero algo no estaba bien.

Hoseok frunció el ceño y se acercó.

Entonces lo vio.

Una marca oscura en el cuello de Jimin, justo donde el hechizo enemigo lo había alcanzado.

Hoseok sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

—No… —murmuró.

Yoongi levantó la vista, su rostro empapado de lágrimas.

—¿Qué pasa? ¡Ayúdame!

Hoseok se arrodilló junto a ellos, con el rostro pálido.

—Yoongi… —susurró, con miedo de decirlo en voz alta.

Yoongi lo miró fijamente, desesperado.

—¿Qué es? ¡Dímelo!

Hoseok tragó saliva y con manos temblorosas apartó un poco la tela del cuello de Jimin, dejando la marca completamente visible.

Era negra como la noche, con venas oscuras extendiéndose desde ella como raíces.

Hoseok cerró los ojos con desesperación.

• Shadow• JimsuTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang