• Shadow• Jimsu

| V E I N T I C I N C O |

—Mi hija es una bruja.

La tensión en la sala se hizo insoportable.

El aire pareció volverse más pesado.

Los rostros de los consejeros cambiaron por completo.

Algunos de ellos se mostraron confundidos, otros horrorizados.

Y uno, en especial, se atrevió a hablar.

—Majestad… —su voz era fría, llena de desprecio—. No podemos aceptar a esa… bazofia como nuestro futuro líder.

Jimin levantó la cabeza lentamente, su mirada oscureciéndose.

—¿Cómo has llamado a mi hija?

El hombre tragó saliva, pero se mantuvo firme.

—Es un ser impuro. No podemos permitir que…

—Basta.

La voz de Jimin cortó el aire como un cuchillo.

El silencio volvió de inmediato.

Otro de los consejeros, un anciano que había servido a los reyes anteriores, carraspeó antes de hablar.

—Majestad, con todo respeto, solo porque usted ha decidido aceptar a los brujos en el reino no significa que todos debamos hacerlo.

Jimin giró lentamente su rostro hacia él.

El anciano continuó.

—La gente del reino no estará de acuerdo con esto. No podemos permitirlo.

Jimin sonrió.

Una sonrisa cargada de peligro.

Se puso de pie con calma, apoyando ambas manos sobre la mesa, inclinándose levemente hacia adelante.

—¿"No podemos permitirlo"? —repitió en un tono bajo, pero filoso como una espada.

El anciano se tensó.

Jimin escaneó con la mirada a cada uno de los presentes.

—¿Olvidaron quién es el rey aquí?

Nadie se atrevió a responder.

Jimin enderezó su postura y tomó aire lentamente, como si estuviera conteniendo la furia que amenazaba con desbordarse.

—Voy a decir esto solo una vez.

—Mi hija es mi heredera, mi hija será la futura reina de este reino  y cualquiera que se atreva a cuestionarlo, sufrirá las consecuencias.

Los consejeros se miraron entre sí, nerviosos.

Jimin hizo una pausa y luego sonrió de nuevo.

—De hecho… ya no habrá consejos que dar.