• Shadow• Jimsu

| V E I N T I C I N C O |

—Jimin, nuestra hija no vivirá en una jaula.

—No será una jaula. —corrigió Jimin con seriedad—. Será una fortaleza.

Yoongi soltó un suspiro, sabiendo que, en el fondo, Jimin no cambiaría de opinión.

Pero eso no importaba.

Porque, al final del día, sabía que todo lo hacía por amor.

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El sol aún no había alcanzado su punto más alto en el cielo cuando Jimin comenzó a poner en marcha todo lo que había planeado aquella madrugada.

No había tiempo que perder.

La bebé tendría lo mejor.

Ordenó que llamaran de inmediato al médico brujo, exigiendo que se instalara en el castillo lo antes posible. Si su hija necesitaba atención, quería que estuviera cerca en todo momento.

Luego, mandó traer a los mejores carpinteros del reino.

—Quiero que su habitación sea la más hermosa. —ordenó, con los brazos cruzados—. Solo usarán las mejores maderas y los detalles más finos.

Los carpinteros asintieron apresuradamente, prometiendo comenzar a trabajar de inmediato.

Todo estaba en marcha.

Pero algo se le estaba olvidando.

Jimin frunció el ceño.

El consejo real.

No les había informado aún que tendría un heredero.

Ni que ese heredero era un bebé brujo.

Chasqueó la lengua, molesto de haberlo pasado por alto.

Sin perder más tiempo, mandó a llamar a los miembros del consejo a la sala de reuniones.

Cuando todos estuvieron reunidos, las expresiones de los hombres variaban entre curiosidad y desconfianza.

—Majestad, ¿qué es tan urgente para llamarnos con tanta prisa? —preguntó uno de los consejeros más ancianos, entrelazando las manos sobre la mesa.

Jimin tomó asiento en la cabecera, cruzando las piernas con tranquilidad.

—Voy a tener una hija.

Un silencio cayó sobre la sala.

Algunos de los hombres se miraron entre sí, otros simplemente mantuvieron la mirada fija en Jimin, esperando a que continuara.

Pero no tardaron en reaccionar.

—¿Un heredero? —preguntó otro de los hombres, con una ligera sonrisa—. ¡Majestad, eso es una gran noticia!

—Sí, pero hay algo que deben saber.

Jimin hizo una pausa, dejando que su mirada se paseara por cada uno de los presentes.