• Shadow• Jimsu

| C A T O R C E |

Jimin apretó los dientes.

—Entonces haré que acepten.

Y con un chasquido de las riendas, el Rey y su escolta cabalgaron fuera del castillo, rumbo al sur.

A la única oportunidad que le quedaba.

🫧

El viaje al sur fue arduo.

Habían cabalgado más de medio día sin descanso. Los caballos estaban agotados, el sol se ocultaba lentamente en el horizonte y los soldados apenas podían mantenerse firmes en las monturas.

Pero Jimin no sintió el cansancio.

No sintió el hambre, ni el frío de la noche que comenzaba a caer.

Porque sabía que estaba cerca.

Podía sentirlo.

El bosque comenzó a hacerse más denso. Los árboles eran altos y frondosos, bloqueando la luz del atardecer, cubriendo el suelo con sombras alargadas.

Y entonces, lo encontraron.

Un joven estaba de pie junto a un arroyo, recogiendo agua en un pequeño cuenco de barro. Sus ropas eran humildes, su cabello despeinado, y sus manos temblaban ligeramente mientras se inclinaba sobre el agua.

Jimin lo reconoció de inmediato.

Era el mismo brujo que había escapado de la mazmorra -el mismo que Yoongi había ayudado-

Los guardias reaccionaron de inmediato, avanzando con rapidez para capturarlo.

—¡Alto!

Jimin detuvo a sus hombres con un solo grito.

El brujo se sobresaltó, dejando caer el cuenco en el agua. Sus ojos se abrieron con terror al ver al Rey de Seúl frente a él.

Sabía lo que significaba.

Sabía que si lo habían encontrado, era su fin.

Retrocedió unos pasos, listo para huir, pero Jimin desmontó de su caballo y avanzó lentamente, con pasos firmes, su mano descansando sobre la empuñadura de su espada.

El joven lo observó con recelo, su pecho subiendo y bajando rápidamente.

Estaba asustado, pero no se movió.

Jimin lo miró con desdén, con el mismo desprecio con el que había visto a todos los de su especie.

Pero esta vez… su voz no fue cruel.

—Llévame con los demás.

El brujo apretó los labios.

—No.

Jimin cerró los ojos con frustración.

Por supuesto que no iba a ser fácil.