—Aún no te vas a morir, Min Yoongi.

Yoongi entreabrió los labios, su voz apenas un susurro.

—J-jiminie…

Jimin se quedó completamente inmóvil.

Yoongi dijo su nombre con una ternura que no debería estar ahí.

Después de todo lo que había pasado.

Después de todo lo que le había hecho.

Jimin apretó los puños con fuerza.

—¿Qué quieres decir?

Yoongi no respondió.

Solo un suspiro tembloroso salió de sus labios antes de que su cabeza cayera contra su pecho.

Jimin lo observó en silencio.

No podía seguir ignorando lo que estaba sintiendo.

Se giró, con la intención de salir de la mazmorra.

Pero entonces, lo escuchó.

Un susurro apenas audible. Una última palabra.

Te amo.

Jimin se detuvo en seco.

El aire le abandonó los pulmones.

Lentamente, giró el rostro.

Yoongi seguía con los ojos cerrados, su cuerpo inerte. Pero había hablado.

Había dicho lo que jamás había dicho antes.

Jimin sintió que todo su mundo se sacudía.

Su corazón latía con fuerza en su pecho, sus manos temblaban.

Quiso responder.

Quiso hacer algo.

Pero no pudo.

Solo salió de la mazmorra, con el pecho ardiendo y el alma hecha pedazos.

🫧

Jimin salió de la mazmorra con pasos rápidos, el eco de las palabras de Yoongi aún retumbando en su cabeza.

"Te amo."

Su corazón latía con fuerza, su respiración era pesada, su cuerpo entero se sentía tenso.

No debía importarle.

No debía afectarle.

Y sin embargo… lo estaba destruyendo.

Apenas cruzó el pasillo, vio a Taehyung esperándolo fuera de la celda, con la espalda recta y la expresión firme. Su capitán siempre era una sombra a su lado, siempre presente, siempre observando.

Pero esta vez, sus ojos estaban llenos de duda.

Jimin no le dio tiempo de hablar.

—Llama al médico real.

Taehyung parpadeó.

—¿Majestad?

Jimin se giró hacia él con una mirada que no aceptaba cuestionamientos.

—Dije que traigas al médico ahora.

El capitán apretó los labios y asintió con una reverencia.

—Como ordene, Majestad.

Dio media vuelta y salió a toda prisa por el pasillo, dejando a Jimin solo frente a la puerta cerrada de la mazmorra.

Jimin pasó una mano por su rostro, tratando de contener la tormenta dentro de él.

Había ordenado su tortura.

Había visto cómo lo quebraban, cómo lo lastimaban, cómo lo destruían.

Y aun así, Yoongi le había dicho que lo amaba.

Jimin sintió el estómago revolverse.

¿Por qué?

¿Por qué lo había dicho ahora?

¿Por qué, después de todo lo que había pasado, después de todo lo que él mismo había hecho, seguía mirándolo con amor?

Cerró los ojos por un momento y apoyó una mano contra la pared fría.

¿Qué demonios iba a hacer con esto?

El médico real llegó a los calabozos apenas unos minutos después, acompañado de dos asistentes y con un maletín de hierbas y vendas en la mano.

Taehyung lo guió hasta la celda sin decir una palabra.

—Atiéndelo. —La voz de Jimin sonó más áspera de lo que hubiera querido.

El médico se inclinó con respeto.

—Haré lo que pueda, Majestad.

Cuando abrieron la puerta, el olor a sangre y quemaduras impregnó el aire.

El médico se detuvo por un momento, con la mirada endurecida al ver el estado de Yoongi.

—Dioses…

Jimin permaneció en el umbral de la celda, con el rostro impasible.

Pero por dentro, sentía que su corazón iba a salirse del pecho.

Porque Yoongi no se movía.

Y por primera vez en su vida, Jimin tuvo miedo.


Chispitas, pero bueno aún con esto va a haber mucho
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• Shadow• JimsuWhere stories live. Discover now