Yoongi sostuvo su mirada.
—Sugiero que dejemos que sufra un poco más. Si lo matas ahora, nunca sabremos nada.
Las palabras lo asquearon, pero eran las únicas que podía decir para evitar que Jimin lo cuestionara.
El Rey sonrió levemente.
—Eres más despiadado de lo que aparentes, amor mío.
Yoongi no respondió.
Solo miró al brujo, a su hermano en la magia, un hombre que no podía salvar.
Y entonces, con la misma frialdad con la que llevaba toda su vida ocultándose, se obligó a dar la espalda y salir de la mazmorra.
Porque si se quedaba un segundo más, iba a destruirlo todo.
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.Apenas cruzó la puerta de la mazmorra, Yoongi sintió cómo la náusea lo golpeaba con una brutalidad incontrolable. Su respiración se volvió errática, su pecho se contrajo como si el aire se hubiera vuelto irrespirable. Se apoyó contra la pared de piedra fría y cerró los ojos con fuerza, pero la imagen del brujo retorciéndose de dolor seguía grabada en sus párpados.
El olor a carne quemada aún impregnaba sus ropas.
No pude contenerlo más. Se inclinó y vomitó contra el suelo de piedra, con una mano temblorosa sobre su abdomen mientras el espasmo lo sacudía.
Su cuerpo sabía lo que su mente intentaba negar.
Ese era su futuro también.
Si Jimin descubría la verdad, si alguna vez llegaba a sospechar lo que era en realidad… sería él quien estaría encadenado en ese poste, con la piel desgarrada, con los huesos rotos, con el hierro ardiente marcándolo como una aberración.
—¿Yoongi?
El sonido de su nombre lo hizo congelarse.
Giró el rostro con lentitud y vio a Kim Taehyung , el capitán de la guardia real, de pie a unos metros de distancia. El soldado lo miraba con el ceño fruncido, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de preocupación y sorpresa.
—¿Estás bien? —preguntó, dando un paso hacia él.
Yoongi respiró hondo y se incorporó con rapidez, limpiando la boca con la manga antes de enderezar su postura.
—Estoy bien.
Taehyung no parecía convencido.
—Parece enfermo.
—Debe haber sido el olor —respondió Yoongi con frialdad—. No todos tenemos el estómago de un soldado.
El capitán lo observó en silencio durante unos segundos, como si intentara descifrar algo más allá de sus palabras.
—No te veía tan afectado dentro de la mazmorra.
Yoongi le sostuvo la mirada con la serenidad de alguien que había pasado su vida escondiendo lo que realmente sentía.
—Porque dentro tenía un papel que cumplir.
Taehyung entrecerró los ojos.
—Eres un hombre complicado, Yoongi.
El consejero alarmante de lado, aunque el gesto se sintió vacío.
—Por eso el Rey me mantiene a su lado.
El capitán dejó escapar un suspiro, rindiéndose a la obviedad de sus palabras.
—Si necesitas algo, avísame.
Yoongi ascendió, observando cómo Taehyung se alejaba por el pasillo con pasos firmes.
Cuando estuvo seguro de que estaba solo, se apoyó nuevamente en la pared y cerró los ojos con fuerza.
No podía seguir así.
No podía seguir viendo a su gente morir sin hacer nada.
Pero tampoco podía permitir que Jimin descubriera la verdad.
Porque cuando ese día llegara, Park Jimin no sería su amante, ni su rey, ni el hombre que lo besaba con devoción cada mañana.
Sería su verdugo.
KAMU SEDANG MEMBACA
• Shadow• Jimsu
Fiksi PenggemarEn el corazón del Reino de Seúl, el trono pertenece a un hombre imponente, temido y respetado en igual medida: el Rey Park Jimin. Un gobernante severo, de corazón endurecido por las guerras y la traición, que ha convertido su reino en una de las nac...
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