Capitulo 96: Dragón Canino

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Olvide que el dormir ya no existe con dos pequeños cachorros que aun no duermen toda la noche, estoy sentada en el futón con Shiro en mis brazos, este pequeño revelde se desperto hace cómo una hora, estaba llorando no duro mucho tiempo su llanto, se calmo en cuanto lo tuve en brazos pero no he conseguido hacerlo dormir, mi kimono está abierto, Shiro está abrazando mi pecho con sus pequeñas manitas, está pegado a mi y me está mirando, esa mirada dorada me recuerda a la de su padre, son identicas.

Aoi aun sigue dormido dentro de la canasta, él es más tranquilo que su hermano menor, rara vez se despierta en medio de la noche, cuando llega hacerlo no tardo mucho tiempo en ponerlo a dormir, después de alimentarse se queda dormido, Shiro es un cachorro más complicado de manejar, cómo en ocasiones lo llego a ser Aiko, de bebé ella era quien despertaba más seguido por las noches y era una gran lucha hacerla dormir de nuevo.
Giro la cabeza hacia a un lado, veo a mi esposo profundamente dormido, él tampoco a tenido buenos días, a está levantandose temprano y vuelve a la cama muy tarde, desde que tiene las sospechas de un posible traidor, aun asi no es cómo la última vez, cómo estoy más cerca de él, viene cada cierto tiempo para ver cómo están los cachorros y cómo estoy yo.

Shiro a terminado de alimentarse, me a dejado casi vacia, tendre problemas si Aoi despierta porque ya no tengo leche para alimentarla, tomo la decisión de dar un paseo, tal vez si siente el aire fresco en su rostro sea capaz de arrullarse y por fin pueda quedarse dormido, salgo de la habitación sin hacer ruido, no quiero despertar a mi esposo, ni a mi cachorro.
Voy directamente hacia el jardín, es el único lugar en donde cuento con naturaleza en este palacio tan aislado, camino por el camino de tierra suelta, acuesto a mi pequeño Shiro sobre mi hombro, tiene los ojos abierto, quiero que aprecie la belleza de la naturaleza por primera vez en su corta vida.
Di a luz hace ya 30 días, es la primera vez que salgo de la habitación que no sea para darme un baño, por alguna razón este embarazo me peso mucho, fue más difícil que el primero, lo cuál deberia ser lo contrario, aunque sea debio de ser más fácil o por lo menos eso es lo que yo creia.

Es una noche un poco helada, solamente poseo mi kimono blanco, pero me asegure de tener a Shiro muy bien cubierto con una manta calientita, camino lento por los caminos del jardín, termino deteniendome enfrente de una roja de color azul con algunas puntas de los pétalos son de color blancas, Shiro mostro un gran interes en la rosa, lo siento sobre uno de mis brazos y con el otro brazo la pongo en su pecho, apesar de tener un mes de nacido sea dado un leve estiron, Shiro está observando fijamente la rosa azul, creo que lo a cautivado.

Kagome: ¿Te gusta?. (Da un suspiro) Es una flor muy hermosa, es difícil encontrar rosas azules en las tierras de tu padre, tenemos mucha suerte de poder apreciar su belleza.

Tengo sueño, soy capaz de quedarme dormida estando parada, lo cuál ya me a pasado, solo quiero que Shiro logre por fin quedarse dormido, pensé que al sentir el aire fresco acariciando su rostro y apreciar la naturaleza del jardín me iban ayudar para hacerlo dormir, por desgracia llevo casi 40 minutos caminado por cada rincón del jardín, aun no tiene ganas de cerrar los ojos, doy un largo suspiro de tristeza mientras me siento sobre una banca de piedra, levanto mis brazos para colocar a mi cachorro enfrente de mi, para poder mirarlo fijamente a los ojos dorados.

Kagome: Cómo es posible que una cosita tan tierna cómo tú sea un cachorro rebelde y problematico... Mmm...

Desvio la mira da mi cachorro y lo acuno en mis brazos, no estoy del todo segura debido a que estoy cansada, pero juraria que acabo de sentir una presencia magica, observo a mi alrededor, intentando encontrar un rastro de esa presencia, no quiero alertar a esa cosa que me está vigilando desde las sombras, asi que actúo normal y comienzó a cantarle una canción de cuna a mi cachorro y cierro los ojos por unos segundos.
Apesar de tener los ojos cerrados soy capaz de verlo a la perfección, un rastro en el aire de una presencia magica, está escondido en el jardín, justo detrás de las rosas azules en donde estaba junto a mi cachorro, con un solo movimiento de mi mano aparece mi latigo sagrado, cuando abro los ojos veo los pétalos de las rosas flotando en el aire, algunas hojas de los arbustos caer al suelo y una criatura extraña en el suelo, me pongo de pie con mi cachorro en brazos, elevo mi mano y comienzá a liberar una luz sagrada en caso de que está cosa se mueva de nuevo.

Nuestro Destino Es Estar Juntos (Sesshomaru x Kagome)Where stories live. Discover now