Nuestro Destino Es Estar Juntos (Sesshomaru x Kagome)

Capitulo 2: Aliados Por Un Bien Común

Kagome: (Sin palabras) Sessho... maru...

¿Pero cómo?, ¿En qué momento?, hace solo unos segundos una serpiente demonio estaba apunto de atacarme, de repente se detiene cuando un latigo de veneno se enrueda alrededor de su cuello, lo alejo de mi y en un abrir y cerrar de ojos le cortan la cabeza usando una espada, cuando alzo la mirada veo aun demonio de cabellera blanca y ojos dorados cómo el oro de pie en la rama de un árbol observandome fijamente.

Sesshomaru: ¿Sacerdotisa Kagome?.

Kagome: (Se quita la mascara) Si soy yo Sesshomaru. (Sonriendo) La última vez qué nos vimos fue hace 4 años, no haz cambiado en nada, sigues tal cual cómo te recuerdo.

Sesshomaru: No puedo decir lo mismo de ti, solo te he reconocido por tu aroma.

¿En verdad he cambiado tanto?, la verdad es qué si he cambiado mi apariencia ya qué este mundo no es mi hogar, ahora tenia qué adaptarme a vivir cómo las personas en este mundo, Sesshomaru da un salto aterrizando frente a mi, estamos a menos de un metro de distancia, un leve escalofrio recorre mi cuerpo ya qué es la primera vez qué lo tengo tan cerca de mi, lo maximo qué me he acercado es cuando vole con el abrazada de su piel blanca, rápidamente me calmo y oculto mis emociones con el, intento permanecer neutral.

Kagome: ¿Porque no me reconociste?, ¿te confundio mi nuevo estilo de ropa?.

Sesshomaru: No es tu aspecto, es tu presencia se siente diferente a la última vez.

Kagome: (Confundida) ¿Mi presencia?.

Sesshomaru: ¿Qué haces en estás tierras?.

Kagome: Sigo exterminando demonios cómo puedes ver, acaso necesitaba permiso del Lord Sesshomaru para pisar sus tierras.

Sesshomaru no me dice nada permanece en silencio mostrandome su semblante neutral, no soy capaz de leer sus expresiones o emociones, eso siempre lo odio de el, no puedes saber lo qué tiene en mente, Sesshomaru se gira dandome la espalda, su cuerpo lentamente se va elevando en el aire, lo observo fijamente hasta ya no verlo más... A mi también me alegra volver a verte... Cómo sea tengo qué llevarme la evidencia de qué la serpiente negra no volvera a ser un problema para estas personas.

Me las arreglo para llevar la cabeza de la serpiente decapitada conmigo hasta la aldea, el patriarca de la aldea me muestra su gratitud dandome una carreta llena de viveres y cosas valiosas qué puedo vender aun buen precio, se necesitan dos caballos para tirar de la carreta asi qué también me dan un caballo, mientras cabalgo por el camino principal las personas salen de sus casas para darme las gracias por haberlos salvado, me despido de cada uno de ellos hasta salir de la aldea.

El patriarca en verdad fue generoso conmigo, en el camino me encontre con un mercadero, vendi todas las cosas incluyendo la carreta y el segundo caballo qué me dieron, me dieron más de un saco de monedas, cabalgo tranquilamente en mi caballo blanco de regreso a mi templo, ya no tengo nada más qué hacer, solamente relajarme.
Subo por las escaleras de mi templo, primero voy a dejar a mi caballo blanco en el pequeño establo en mi propiedad, le doy comida y agua se lo merece, es una recompensa por su gran esfuerzo, el camino es muy largo la verdad es qué no puedo creer qué me haya tomado 5 días este viaje para exterminar una serpiente negra, en fin hogar dulce hogar, quiero descansar en mi propia cama y no deseo levantarme temprano.

Me doy un baño en una tina de madera con agua tibia en el interior del templo, una de las habitaciones la convertir en un baño, me limpio cada rincón de mi cuerpo disfrutando cada segundo de mi baño, creo qué me he quedado más de 30 minutos metida en el agua, cuando salgo de la tina me cubro con una bata blanca, camino por mi templo hasta llegar a una ventana, me siento y apoyo mi espalda en el marco, en mi mano sostengo una copa llena de sake muy delicioso, me volvi fanática del sake desde el primer dia en qué llegue a este mundo.