Nuestro Destino Es Estar Juntos (Sesshomaru x Kagome)

Capitulo 73: Mirada Blanca

Kagome: Odio la vigilancia nocturna.

Koga: Tus cachorros son pequeños, ¿no duermen en la noche?.

Kagome: Ahi muy pocas ocasiones en las qué se despiertan en medio de la noche, si duermo, pero el problema es qué ellos absorben gran parte de mi energia, les gusta explorar mucho y gatean con gran rápidez, ¿tu y Ayame tienen hijos?.

Koga: (Negando) Aun no, los dos seguimos esperando la llegada de nuestro cachorro.

Kagome: (Sonriendo) Me encuentro segura qué dentro de poco recibiras la gran noticia.

Koga y yo estamos sentados en una rama alta de un árbol qué se localiza enfrente del corral en donde están los animales, esperamos a qué el niño lobo venga a robar algunos animales, mientras esperamos decidimos conversar un poco, después de todo es posible qué nos quedemos un rato aquí, Koga me cuenta algunos detalles sobre el dia de su boda, puedo ver sus mejillas ruborizarme y tiene una gran sonrisa en su rostro, en verdad está completamente enamorado de Ayame, me alegro por Koga, en especial por Ayame, apesar de qué Koga olvido su promesa bajo el arcoiris lunar ella no se rendio, la admiro.

Kagome: (Bostezando) Ya llevamos horas aqui sentados, a lo mejor no va a venir hoy.

Koga: Somos afortunados, puedo ir un grupo de pasos acelerados acercandose, por el olor se trata de una manada de lobos.

Koga tenia razón, aun par de kilometros en el bosque puedo ver a una pequeña manada de cinco lobos salvajes, en medio de la manada de puede ver una silueta con apariencia humana, al irse acercando pude verlo mejor, no debe de tener más de unos 13 años, está usando una pequeña armadura, tiene brazaletes de piel en ambas muñecas, una piel alrededor de su cintura cómo falda, tiene una venda en sus pies, su cabello está sujeto en una coleta, es de color negro, sus ojos son azul claro, su tez es bronceada y el color de sus pieles son gris oscuro.

Koga es el primero en saltar para bajar del árbol, se coloca en medio del camino impidiendo qué puedan llegar a los terrenos de la aldea, el grupo de lobos se detiene en seco, puedo ver el temor en la mirada del chico, rápidamente se da media vuelta y comienza a correr de regreso por el camino del qué vino, en cambio los lobos se quedan y corren directo hacia Koga con la intención de atacarlo.
Todo va según nuestro plan, Koga será la distracción si el chico lobo llegaba a separarse del grupo, mi papel es seguirlo a una distancia segura para averiguar en donde está su escondite, trato de hacer el menor ruido posible mientras corro a través de las ramas de los árboles, aun no pierdo el toque del sigilo, ni mi velocidad, porque este niño lobo es muy rápido para mi suerte no tanto cómo Koga.

Termino siguiendo en silencio al niño lobo por unos 6 km, este chico recorre una gran distancia para ir a cazar a la aldea humana, de repente el chico comienza a reducir la velocidad de sus pasos, yo hago lo mismo, el joven lobo termina entrando a la boca de una cueva, en el interior puedo ver la intensa luz roja de una fogata, con mucha cautela bajo del árbol luego de haberme asegurado de qué no haya más lobos salvajes en el alrededor, termino acercandome con pasos ligeros a la entrada, apoyo mi espalda contra el muro de roca y discretamente asomo mi cabeza al interior, rápidamente soy derribada al suelo, sobre mi tengo al joven lobo gruñendome mientras me enseña los colmillos, tiene sus garras clavadas en mi traje.
Reacciono dandole un rodillaso en el estómago y con la fuerza de mis brazos lo empujo hacia un lado, para luego ponerme de pie, es un lobo joven pero muy habil, cómo no deseo lastimarlo elevo mi poder sagrado para formar una barrera a su alrededor, el termina encerrado en ella.

Joven Lobo: (Golpea con todas sus fuerzas la barrera) ¡¡¡Dejame ir!!!, ¡¡¡Ahhh!!!.

Kagome: Hey, tranquilizate no quiero hacerte daño.