Nuestro Destino Es Estar Juntos (Sesshomaru x Kagome)

Capitulo 94: Viejo Hogar

Habia olvidado por un tiempo lo agonizante que es este dolor, mi cuerpo está temblando ante el dolor, Sesshomaru me ayuda a sentarme, apoyo mi espalda sobre la pared rocosa, tengo ambos brazos alrededor de mi vientre, doy gritos mientras Sesshomaru me cubre con una cobija, nuestros cuerpos están desnudos, quiere mantenerme cubierta con algo tibio, ambos cruzamos nuestras miradas, sabemos a la perfección que los cachorros van a nacer en este lugar, mi fuente se me a roto y es peligroso moverme de lugar.

Sesshomaru se va por unos minutos, ahi otro tunel aparte del que está debajo de la laguna por donde se puede regresar a la cueva, fue a buscar nuestras ropas, me quedo sola pero está vez no tengo tanto miedo cómo en la primera vez, ya se que es lo que debo de hacer, las contracciones son cada 2 minutos, no debe de faltar mucho para que sean más frecuentes y para mi desgracia que se vuelvan más dolorosas.
Mi esposo regresa ya vestido, está sosteniendo en su mano mi kimono, ya estoy cubierta con la cobija, el kimono no me es útil por el momento, Sesshomaru usa sus garras para romper mi kimono en dos piezas de tela, será ahi en donde envolvamos a nuestros cachorros recien nacidos.

Kagome: (Jadeando) Necesitos agua tibia, la laguna ya debe de estar muy helada cómo para bañarlos.

Sesshomaru: Puedo ir al bosque a encender una fogata, no puedo hacerlo aqui porque es un espacio cerrado.

Kagome: (Asiente) Hazlo aun no es el momento... ¡¡¡Ahhh!!!...

Sesshomaru se está negando a irse de nuevo, se arrodilla a mi lado y me toma de la mano, apesar del inmenso dolor que estoy sintiendo fuerzo a mi rostro para sonreirle, quiero tranquilizarlo para que vaya a conseguir agua caliente, no está muy convencido pero aun asi accediendo, antes de irse se inclina sobre mi frente para unir sus labios con mi piel, veo a mi esposo irse por el tunel que conduce de nuevo a la superficie.

Me quedo sola por unos minutos, durante esos largos minutos agonizante me la paso jadeando, gritando y soportando este dolor, es cómo si me estuvieran partiendo por la mitad, lo peor es que aun no es el gran momento, creo que aun no estoy muy dilatada, inhalo y exhalo a profundidad para sobrellevar el dolor, hasta ahora es casi inútil.
Escucho unos pasos que se están aproximando por el túnel, levanto la mirada para cruzar mi mirada con el brillo dorado de mi esposo, me siento tan aliviada de verlo, sin embargo no dura por mucho tiempo, mi sonrisa se desvanece al darme cuenta de que no puedo sentir su presencia demoniaca.

No, no, no, no... ¿Porque ahora?, no puede ser... Trato de contener mis lágrimas de frustración al darme cuenta de que el demonio perro que tengo frente a mi no es mi esposo, es el enemigo, desvio la mirada al sentir una fuerte contracción, de mis labios se escapa un grito, cuando vuelvo a lentar la mirada me doy cuenta de que Bizarro a acortado la distancia entre nosotros, pero no alcanza a llegar a mi, el anillo que me dio Sesshomaru, lo tengo en una cadena en mi cuello, empieza a liberar un intenso brillo, formando una barrera demoniaca a mi alrededor, mi cuerpo tiembla al recordar que la última vez que levanta una barrera frente a él, no funciono en lo más minimo, tengo miedo de que eso vuelva a ocurrir, Bizarro estira su mano y apenas sus garras tocan la barrera cuando es repelido por la barrera, siento un gran alivio en el corazón al ver que no la puede atravesar, apenas del dolor de las contracciones comienzó a sonreir y a reirme a carcajadas enfrente de él.

Kagome: No importa cuanto lo intentes Bizarro, tus esfuerzos para ser el demonio más poderoso son en vano, siempre serás inferior a mi esposo, aceptalo solo eres una copia barata.

Bizarro no parece tomar bien mis palabras, me alegro y mucho necesitaba soltarlo, maldito bastardo, Bizarro comienza a golpear la barrera con sus garras, me siento segura y protegida, no siento ningún temor porque se que no podrá acercarse a mi, de repente Sesshomaru aparece por detrás de Bizarro, usando solamente sus garras venenosas termina rompiendo la armadura del enemigo, además de que a conseguido alejarlo de mi, ahora es mi esposo quien está enfrente de la barrera, se gira para dedicarme una sonrisa.