36. Sacrificio

59 5 0
                                    

¡Buenas noches!

Sé que no he estado muy activa y ya me di a explicar. Pero ya he vuelto y aquí el capítulo de hoy. Sé que vais a odiarme. ¿Qué creen que ocurra? Vale, esta escena está de infarto. Se vienen cosas tristes e inesperadas, eso es todo lo que voy a decirles. Ni a mí me salen las palabras. No saben lo triste y deprimida que estoy por escribir algo así. Ya sabía que algo así sucedería.

Intro: Angels - Tsaffire

★━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━★


Capítulo (36)

SACRIFICIO



Yo, Rhys Mitchell, he nacido entre las grietas.

Juraría haber vuelto aquella noche de invierno.

Pero, ya que sigo aquí, os voy a contar una historia.

Quizá no la más bonita.

Nunca imaginé que tan mal me vería. He llegado hasta aquí solo para darme cuenta que me tengo a mí mismo. Todos habíamos estado tan equivocados. La razón por la que ninguno se ha atrevido hablar. Será porque no compartimos los mismos pensamientos, antecedentes y vivencias inesperadas.

Y si tengo que pagar, lo haré.

Y, sin embargo, sigo apostando en el juego.

Aun así el mundo a mí alrededor se vuelve negro.

Ya la siento demasiado lejos.

Combatiendo el frío, lo que piso ya es la superficie que me trajo hasta aquí. Ya lo venían preparando todo.

«Blake, perdóname por decepcionarte. Yo solo necesitaba un lugar para estar juntos, pero no pude sacarte de esto», pienso en lo que van torturándome.

Los sentimientos están asechándome cuanto más recibo la golpiza que me acaban de dar. Cierro los ojos como un ciego y me hace daño escuchar que ya nada será lo mismo.

Todo tiene su final.

Entonces, mi mente da vuelta al mundo y me pregunto porque tardo tanto. Una cruz que todavía tengo que soportar.

—Te lo advertí y, no, no quisiste escucharme —Su voz se endurece y puedo ver cuánta maldad hay en sus ojos.

—Ya me conoces —La sangre me gotea en toda la cara.

—Este niño parece no captarlo bien.

Lachlan se vuelve hacia mí con una sonrisa lunática. Le complace verme de tal manera y no cabe duda que era así como quería verme. Exprime mi alma a su antojo y lo hace desvergonzadamente.

—¡Cierra la boca!

El enojo de papá se percibe a simple vista. Está ahí para hacerlo callar, para dejar en claro que no desea que ninguno se meta en sus asuntos. Lo he sabido desde aquel primer instante. Es una persona muy engañosa y algo implacable cuando lo tiene apuntado con una pistola.

—Bien, me quedaré por aquí.

Se aparta lo más rápido que pueda y enciende un cigarro. Saca el humo hacia el exterior y se pasa el pelo con una mano. Puede ser tan desagradable y odioso, pero si de algo estaba seguro es que, no se había equivocado.

Rhys Mitchell: El sabor del recuerdo [II] +21 ✅Where stories live. Discover now