29. Desafío

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¡FELIZ FIN DE SEMANA!

Con este capítulo puedo deciros que se viene algo espeluznante, pero a su vez se vienen las duras batallas y las oscuras tentaciones. Aquí es donde quería llegar. ¿Qué creen? ¿Cuál de ellos será el antagonista de la historia?

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Besos ;)

Intro: Paint It, Black - Ciara

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Capítulo (29)

DESAFÍO


A última hora consigo que Narel esté de nuestro lado. No sé cómo ni por qué, pero ya no es dura con ella, y se ve que no es mala idea que sigan viéndose. Parece que ha recapacitado lo suficiente o al menos lo ha reconsiderado de alguna manera nuestra relación. Relación que ha sido una equivocación para el mundo exterior que nos rodea y quizá también para nosotros.

Camino con pasos apresurados y me meto dentro de la no lujosa casa. El apartamento apesta. Con el tiempo conseguiremos algo mejor. Le he hecho una promesa. Ya pasado un tiempo, siento su costosísimo perfume en el aire y no puedo evitar sentirme atraído a él. A ella. Está parada a los pies de la cama merodeando con las manos llenas. Al verme, se deja caer sobre el colchón y la siento muy intrigada. Con justa razón me siento a su lado y la rodeo.

—Blake, ¿y eso? —La miro teclear el teléfono que le acabo de comprar.

—Le he dejado un mensaje a Claire —dice de inmediato.

—¿Te ha respondido?

—Sí y quiere que vaya a verla.

Eso ha sonado genuinamente fatal. No la quiero dejar aquí en cautiverio por el resto de su vida, pero como están las cosas, no creo que eso pueda ser posible. Al menos que haga algo por ella o hará de cuenta que no me importa.

—¿Ya lo sabe? —indago temiendo que eso pudiera pasar, aunque sé de antemano que Claire no es ninguna amenaza para los dos. Es todo lo que pude apreciarlo en ella. Me ha guardado el secreto por más insistente que ha estado en que se lo diga.

—No le he dicho nada al respecto, pero seguro que ya lo sabe.

Sus ojos se pierden en los míos, pero por lo demás se mantiene lo suficientemente fuerte como yo se lo he pedido. No quiero que por ahí ande llorando y menos que siga obedeciendo las órdenes de vuestro padre. No quiero que vuelva a padecerlo. Él de hecho es muy manipulador. Considero que en algún momento yo también lo era. O a lo mejor lo sigo siendo. La única diferencia es que no pienso arrojarla al vacío que por única vez estuve a punto de hacerlo producto de mi egoísmo y arrogancia.

—¿Sabes lo que eso podría significar?

—Lo sé.

Coloca la mano sobre la mía y yo en cambio dejo las cosas en claro; aunque suenen bastante mal. Eso debe haberla llenado de tanta tristeza.

—No puedo dejarte ir. Y menos sola.

—Necesito verla.

Y como pensé que sucedería, sale a decir las siguientes palabras que ya antes las había captado y es un dato curioso que no hemos vuelto a discutir.

—¿Quieres que vaya por ella?

Suelto entonces justo como hace unos instantes me planteaba.

—¿Harías eso por mí?

Rhys Mitchell: El sabor del recuerdo [II] +21 ✅Where stories live. Discover now