21. Dolor

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"Bonne nuit"

Hasta aquí el capitulo de hoy.

No saben lo triste que me siento.

Espero no deprimirlos.

Que lo disfruten.

Intro: Schon okay - TJARK

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Besos ;)

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Capítulo (21)

DOLOR


Yo en cambio me curo la mano y, no porque Blake me lo pidió. La sangre sale a borbotones y me recuerda a ella. En lo herida que está. Solo yo he podido causarle tanto dolor. ¡Maldita sea! La herida duele menos que todo lo que nos hemos hecho.

Me envuelvo la mano con una venda y estoy así por varias horas. Y aun así, toco la guitarra, la misma con la que paso todas mis noches llenándome de tanta agonía. Melodías destructivas, melodías que saca a flote mi lado sentimental. Sus "te odio" hacen que mi mundo se vuelva gris. Es un embrujo que me conecta a ella.

Ni yo supe lo que iba a pasar.

En esa noche, en esas cuatro paredes blancas, sus ojos se llenaron de lágrimas mirando con horror la imagen que le transmitía la pantalla de su celular. Se notaba afónica por los gritos que daba y mostraba signos de malestar.

Y ya no hablamos. No desde anoche.

Al despertar, no la he visto y me siento vacío de algún modo. Ha dejado su aroma en todo el pasillo y ha sido lo único que he olido en todo el día. Ya en la universidad, la cosa es distinta, y no me refiero a que todos estén hablando de vosotros. De hecho, es raro no verla hoy en clase y no puedo moverme hacia ninguna parte.

Me paseo y siento algo engancharse de mí. De hecho, Claire me toma del brazo y ya van varias veces que me demanda con la mirada.

—¿Es verdad eso?

—¿El qué?

La miro expectante. Eso significa que ya lo sabe todo o, al menos, una pequeña parte de mí. Ni Blake sabe en lo que estoy metido. Lo intuye pero no ha llegado al punto de la verdad. Son verdades que duelen y que matan. No soy uno de los más fieles escuderos de mi padre. De hecho, soy de esos que busca hundirlo.

—Blake no se lo merecía.

Lo sé. No se lo merecía. No merecía pasar por algo así. Soy de esas pocas personas que la lastiman. La he agraviado con mis insultos y perversiones. Yo sí, merezco ser condenado. Tiene derecho a odiarme, a despreciarme y a dejarme caer desde un despeñadero. Solo así podré darme cuenta del error que estoy cometiendo.

—¿La has visto? —pregunto por ella.

Aun así deseo verla.

—No y no sé dónde podría estar.

Sé que no se atreverá a decir nada.

Sentir su ausencia es como no sentirla más a mi lado.

A la que amo con locura y desenfreno. Con la que me pienso perderme en alguna parte, con la que deseo pasar el resto de mi vida y con la que alguna vez caeré en la suavidad de su piel. Tocando sus lozanas mejillas, sus labios y verla llorar ante mis propios ojos.

Rhys Mitchell: El sabor del recuerdo [II] +21 ✅Where stories live. Discover now