26. Nudo

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¿Cómo os ha ido?

A mí no muy bien. Tenía náuseas, migraña y fuertes dolores estomacales. Antes no me había sentido así. Juro que no he salido de casa en todo el día, he estado metida en mi cama y no he comido nada. Sin embargo, intento reponerme con los antibióticos que el doctor me ha recetado y no quería dejarles sin leer uno de los capítulos más emocionantes. Así que os dejo, que lo disfruten.

Intro: Shadow - Chromatics

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Besos ;)

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Capítulo (26)

NUDO



Ya es demasiado tarde.

No podía dejarlo así.

La rabia me cogió por sorpresa.

Y si hay algo que acotar es que, mi mente es un completo Amazonas.

Respiro solo unos instantes y siento como algo enorme se atasca en mi estómago. Entrecierro los ojos y la atmósfera se vuelve más oscura que antes. Blake me recorre con miedo a que la pueda lastimar. Está claro que no me atrevería. Me permito verla a la cara, pero no hay nada que yo pueda hacer.

No sirve de mucho que siga haciéndome el inocente porque no lo soy en absoluto. Estaba colérico y no me pude controlar. El calor se me ha subido a la cabeza y los músculos del cuerpo se me han endurecido.

Miro el brillo de sus ojos con tan poca luz y las manos temblándole. Su cuerpo se inmoviliza y sus pestañas aletean con una leve consunción. Se le ha removido la respiración y nada parece estar bien. Mientras tanto, Fred acaba de irse con la cara golpeada, y yo en cambio me apresuro a decir algo.

—Blake... —siseo acercándomela—. ¡Ven aquí!

—Que no.

Su voz se amortigua.

—Te lo estoy pidiendo.

Me acerco a manera de que pueda alivianar la tensión, pero cada vez que lo hago la siento lejos.

—Vas y le pegas a la gente.

Se seca las lágrimas de los ojos.

—No es lo que parece.

—Vi que le pegaste —musita colérica—. Eso hace que seas un hombre violento y yo no quiero que lo seas.

—Blake deja que te lo explique.

Le tomo la cara y, mientras tanto, ella hace todo lo posible para que no me la vuelva a acercar. Al menos lo hace por unos minutos.

—No hay nada que puedas explicar —replica—. Yo en cambio me siento mal, siento que por mí estás así y no quiero que vuelvas a pasar por lo mismo.

—No, no te sientas mal por mi equivocación. Eso sí que no lo voy a permitir.

Doy otro paso.

—No sé si pueda soportarlo.

No solo era su aspecto deprimente, era algo más que ni yo he podido descifrarlo. Creo que no he estado seguro ni de lo que hacía. Sencillamente me dejé llevar. No quiero que Fred ni cualquier otra persona venga a decirme que hacer. Ya tomé una decisión y ya dije que no pienso rendirme.

Rhys Mitchell: El sabor del recuerdo [II] +21 ✅Where stories live. Discover now