Rhys Mitchell: El sabor del recuerdo [II] +21 ✅

13. Onomástico

¡FELIZ INICIO DE SEMANA!

Emocionada por subir este capitulo, creo que no solo yo lo esperaba con ansias.

Puede parecer perturbador, pero ya conocen la historia. xd

Intro: What Is Love - Royale Avenue, Gavin Moss, Dwin ft.Nito-Onna

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Besos ;)

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Capítulo (13)

ONOMÁSTICO

No doy rienda suelta a las alteraciones que se inmiscuyen en mi interior. De hecho, no soy de esas personas que le gusta que le vengan a felicitar por su cumpleaños con un montón de regalos costosos. No me apetece ni verlos, los aborrezco, pero puedo soportar cuando esto lo hago únicamente por una buena causa, y me refiero a que no puedo hacerle el feo a Ernest por más que odie verlo en todas partes.

Su sonrisa aparente me da a entender, puesto que piensa que estoy de su lado. Claro, como si eso realmente fuera a pasar. Antes que nada, esta mañana Narel, la mejor amiga de mamá, fue a verme. Me da un pequeño presente y resulta que es el más importante de todos después de que mamá muriera. En mi cuarto, lo primero que hago es abrir el cajón de los recuerdos.

Me miro en el espejo de cuerpo entero y saco un ramillete blanco. A mamá le gustaban las flores blancas y las argollas que colgaban en sus orejas. Nunca olvidaré de cuánto la quería, ni el que a veces era incapaz de pronunciar las palabras. Su amabilidad y ternura eran suficiente para mí.

De niño no he sido más que un pobre bastardo que no sabía quién demonios era su padre hasta los once años. Iba a una escuela del Estado y todos me excluían, porque no tenía un padre como los demás ni una casa bonita de la qué presumir. Me saltaba las clases al menos dos veces a la semana, volvía a casa, la misma que mi madre había adquirido un pequeño apartamento con el dinero sucio de ese miserable, hasta que el dueño nos echó a la calle por órdenes de mi padre. Desde entonces, no he hecho más que maldecirlo y, en eso, llegó su otra mujer a protegernos de las garras de ese hombre. Elspeth sabía de nosotros, sabía que éramos la otra familia de mi horrible padre. De solo recordarlo me hierve la sangre.

La aparatosa fiesta de cumpleaños se lleva a cabo en un yate y no hago más que mirar a mí alrededor. Llego justo antes de la celebración con una ropa estilizada por uno de los mejores diseñadores de Francia. Y, por si fuera poco, me sorprende mucho que después de todo, Summer haya accedido a mi petición. Me sonríe a lo lejos llevándose una copa de trago a los labios, no se acerca demasiado como en otros lugares que frecuentamos, debido a que estamos en diferentes bandos; aunque sé que buscará la primera oportunidad para hacerlo.

—¿Qué demonios haces? —Betania me frunce el ceño. Luce un vestido corto y escotado. Además, el cabello lo tiene sujetado en una cola al costado.

—No tienes de qué preocuparte —le guiño un ojo.

—No confío en esa arpía.

—No creo que vaya pasar nada.

—¡Cuídate de ella!

—Tranquila que ya lo tengo todo controlado —Sonrío llevando las cosas con calma.