18. Glorioso

87 9 6
                                    

HI GUYS!

Mi parte favorita. No os perdáis por nada.

Intro: Colors - Kulick

Si te gustó: vota, comenta y comparte.

Besos ;)

★━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━★


Capítulo (18)

GLORIOSO


Le dije que se fuera y que se mantuviera lejos de mí, pero no quiso escucharme, y estuvo así hasta la mañana siguiente. Le dejé la cama y yo dormí en el suelo. Esas fueron mis condiciones. No podía permitir que siguiera jugando a como yo era antes. Todo eso trajo consecuencias. Y, pensar que, pudieron haberla herido o hasta matarla. Por fortuna, no llegó a mayores y yo solo me desvelo para protegerla. Pero, entonces, ¿quién la protegerá de mí?

Me pongo en pie sin hacer ruido. Pensé que aquel día llegaría, así que, me apresuro antes de que consiga despertarla, pero es ella quien me toma por sorpresa. ¿Ya estaba despierta mucho antes que yo lo estuviera? Sus ojos se abren de golpe y veo como sostiene el teléfono sobre su pecho. Se frota la cara y da cortos pasos hacia mí. De todas formas, no presto atención a lo que tiene que decirme, cojo la cazadora de la mesita y las llaves del auto que acaban de concedérmelo.

—Rhys, ¿a dónde vas? —Blake me sigue hasta la puerta.

—Saldré un rato.

La miro a la cara y eso me hace sentir no muy bien del todo.

—Iré contigo.

La veo decidida.

—No, tú te quedas.

—¿Por qué no?

Me pone en una posición bastante difícil.

—¿No ves que tu vida peligra? —asesto en un tono demasiado bajo mientras va acercándose. No sé porque tiene que suceder. Su cercanía me marea y hace que pierda todos los estribos.

—¡Sé cuidarme!

—Pues parecías no hacerlo.

Saco todo de mí y, a los pocos segundos, contrataco.

—Seré más cuidadosa, te lo prometo.

Hace todo para que la deje ir conmigo, pero no sé si debería, lo correcto es que se quede aquí y que haga lo suyo. No puedo cuidarla a cada rato y menos cuando lo único que haces es darme problemas.

Y, sin pensarlo, coloca su mano sobre mi pecho y el corazón me late demasiado rápido. La calentura sube a niveles inimaginables. No obstante, no lo permito, la sensatez deforma mi rostro y tiro de ella hacia atrás.

—Blake, no hagas esto.

—¿Hacer qué?

Ríe tomándome por sorpresa. Sabía hacia qué lado se dirigía y, si lo que quería era dejarla ir, bien por ella. Lo acaba de conseguir.

—Bien, andando. Pero antes que nada, toma —Saco un arma de la funda de mi chaqueta.

—Ya lo necesitaba.

Se ve muy entusiasmada después de lo que pasó. De alguna manera quiere parecer lo suficientemente fuerte, ya que viene de una familia que da mucho que hablar y la misma que le oculta cosas. No puedo ni imaginarme cuando se entere.

Rhys Mitchell: El sabor del recuerdo [II] +21 ✅Where stories live. Discover now