4. Rotos

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¡Bienvenidos!

Antes que nada debo decirles que no tengo palabras para expresarme.

Ni yo puedo creer que cosas demasiado tristes llegan a mi mente, pero ojo... con mucha acción. En cada capítulo doy lo mejor de mí. Espero que esta historia permanezca en sus corazones. Rhys & Blake.

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Besos ;)

Intro: Fear of the Water - SYML

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Capítulo (4)

ROTOS


Me dejo caer sobre el sofá con un agujero en el pecho. No he hecho más que averiguar pero sin tener éxito aún. Betania se acerca y pasa su brazo sobre mis hombros. Y, como si eso no fuera suficiente, me aparto y su rostro se desencaja. Sabe que no estoy de humor, a pesar de sus advertencias. Total, ya está hecho y solo hace falta a que aparezca Blake. Una vez que la encuentre, me haré a un lado y no la volveré a ver jamás. ¡Maldita seas! No sé ni por qué me siento mal. O creo saberlo después de todo lo que hemos pasado.

Me pregunto como se sentirá en este momento, y si está secuestrada o, a lo mejor, no quiere volver a casa y está por ahí escondida. Apartada del dolor y la humillación.

Esto es demasiado. La desaparición de Blake, las mentiras de mi padre, la locura de Wolfgang, la oscura obsesión de Summer hacia mí, la llegada de la reina de los dardos, el hecho de que Elspeth esté viva y mi pasado.

Me dirijo a mi cuarto e intento ver a través del cristal. Procuro tomar la calma y contener la respiración. Deslizo las manos con un movimiento lento y cauteloso. Paso saliva y aprieto los párpados con más urgencia. Y como si ninguno estuviera dispuesto a dejarme solo, la puerta se abre y mis ojos impactan con los de Fred. No me gusta ni por un segundo que alguien o especialmente él sientan lástima por mí.

—Tu cuarto tiene una hermosa vista hacia el mar —dice caminando hacia la ventana mientras eso me sirve de consuelo.

—¿Qué quieres?

—Conversar —Enseguida coge del estante el libro de «el principito» y pasa a sentarse tranquilamente.

—No tengo nada de qué hablar contigo.

Mi expresión llama su atención.

Me he puesto incluso un tanto violento. Quiero echarlo de mi cuarto pero resulta que no lo hago. Estoy tan cansado que ni fuerzas tengo.

—Sé lo que te pasa y créeme que nunca antes he visto eso en ti. Has cambiado, demasiado diría yo.

Me inspecciona y sé lo que debe estar pensando que soy un patético perdedor. Tiene motivos para hacerlo porque bien sabe que el de antes era mucho peor, aunque no soy capaz de admitir algo así, debido a que siempre he querido ganar en todo y echárselos en cara. Supongo que eso me divertía. Jactarme y que todos reverenciaran a su rey.

—¿En qué?

—Te preocupas por el resto e intentas ser amable, aunque sea un poco —Y lo acaba de derivar con un gesto sarcástico.

—Sigo siendo el mismo de antes —Rio con ironía y malicia aparente en los ojos, aunque eso es mejor para que Wolfgang crea que no he cambiado en absoluto.

Rhys Mitchell: El sabor del recuerdo [II] +21 ✅Where stories live. Discover now