Rhys Mitchell: El sabor del recuerdo [II] +21 ✅

16. Juega

HI GUYS!

¡FELIZ INICIO DE SEMANA!

Ha sido una semana dura para mi, pero finalmente sigo viva, subiendo otro capítulo.

Que lo disfruten tanto como yo.

Es el capítulo que más sentimientos me trajo. 

La semana que viene habrá doble actualización.

Intro: Answering Machine - Ruby Haunt

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Besos ;)

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Capítulo (16)

JUEGA

Su cara de desilusión es todo en lo que puedo fijarme.

Cierra los ojos y se encoge de hombros.

Esta noche no hay luna llena.

Y yo no hago más que embriagarme e irme lejos de aquí.

A fin de cuentas ya estoy acostumbrado. Me paso las manos por el rostro y mi cuerpo entero padece un leve estremecimiento. Hago esto con tal de mantenerme lejos, quizá sea lo mejor para los dos, y con cada cosa que pasa no podemos estar juntos.

Empieza a sonar Answering Machine de Ruby Haunt y, por asomo, siento la suave melodía arrastrarme al percatarme que no tengo a nadie al lado.

Repaso la calle con la mirada y recuerdo haber venido antes.

Levanto la cabeza hacia la planta alta. Estoy de suerte. Camino y subo unas empinadas escaleras. Me vendrá bien que me quede aquí un tiempo mientras siga con el plan.

Toco el timbre y, al abrirme la puerta, le sorprende que esté aquí. Me refiero a Narel quien aparece delante de mí y su voz empieza a martillarme la cabeza.

—¿Rhys?

—¿Puedo quedarme contigo?

—Sabes que sí —Narel me mira con cortesía a pesar de todo—. ¡Adelante! Que esta también es tu casa.

—Te lo agradezco.

De inmediato me dejo caer sobre el sillón y no sé cuánto me ha tomado llegar hasta aquí. Siento que el cuerpo no me funciona igual que antes, quizá se debe a todas esas cosas que me he metido. No sabía ni cuál de esas bebidas era explosiva. Me comporto terriblemente mal y pestañeo para que el dolor desaparezca. Pero, entonces, pienso que no es una gran idea y me entran ganas de gritar.

—¿Y eso?

—No podía seguir un minuto más ahí.

—¿Es por ella?

—Es por los dos —Dejo escapar las palabras de mi interior. A veces cuesta decirlo. Cuesta reprimir aquel sentimiento.

—Y venga que es la viva imagen de su madre.

De solo mencionarlo, mis ojos no se despegan de los suyos. Apenas y puede contenerse. Tiene algo que consigue retomar la conversación por algún motivo en particular. Sé que esa no ha sido una buena respuesta a lo que voy. Se refiere como si eso hace que sean iguales. Sus rasgos se componen con un leve dramatismo.