5. Droga

171 13 32
                                    

¡FELIZ FIN DE SEMANA!

Seguimos con esos corazones rotos, pero ya que nuestra querida pelirrosa está aquí, se vienen cosas mejores.

Es un hecho que el Only Love Can Hurt Like This de Blake es Rhys. Le queda como anillo al dedo.

Si te gustó: vota, comenta y comparte.

Besos ;)

Intro: Only Love Can Hurt Like This - Paloma Faith

★━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━★

Capítulo (5)

DROGA


Una llamada, una maldita llamada tornó mi tranquilidad y no han dejado de hablar lo mismo en todos los noticieros. Hasta donde yo sé ya estaban enterados o sencillamente los portavoces se encargaron de comprar noticias, ya que Ernest Campbell era uno de los hombres más temibles de toda Australia. De hecho, ninguno tiene más poder sobre él ni el gobernador del Estado. Todos le deben y le tienen respeto.

Así que en lugar de ponerme a buscarlo, me encargué de que lo que decían era cierto o no. En Agosto comenzaría mi pesadilla, luego de que papá me echara de casa y, una vez afirmada mis sospechas, la busqué dando vueltas. Llamé a casa pero no me atreví a contestar. Hacía amagos retorciéndome en la oscuridad de mi negruzca habitación al tiempo que revisaba los mensajes de texto que nos habíamos escrito, los correos de voz, la hora en la que nos llamábamos y miraba las fotos que le había sacado con mi celular.

Sabía a qué olía, el dulce aroma de su piel y el tejido de sus labios. Esos exquisitos labios que había besado alguna vez, aunque me costara la vida, y el quién dice que está prohibido dar los mejores besos a la mujer con la que se tiene alguna relación consanguínea. Necesitaba vivir sin miedo a nada, porque creámoslo o no, en el amor nadie manda. Es un llamado al corazón y cuando se pierde te quedas con el más mínimo recuerdo. El amor es como el azúcar en el café, que si no lo disuelves bien, quedan grumos en los bordes de la taza.

Y, sin embargo, hasta ahora creo que la vida me está poniendo en esta incómoda situación, y me preocupa que todo se salga de control en el lugar menos esperado. Quizá sea cierto eso de que no soy la misma persona de antes. La miro desabrigada y todo da vueltas en mi cabeza.

—¿Quién es? —averigua Betania a mi atrás sin poner la mirada al frente.

—¿Esta de aquí es...? —Fred la mira deslizando su lentes oscuros sobre su nariz.

—¡Bla-Blake! —me ahogo entre tanto lamento. Su piel fría hace que mi corazón vuelva a latir con la misma intensidad de antes, y una sensación enorme se cierne sobre mi rostro. La tomo en brazos y la llevo hasta mi dormitorio. Pero la cuestión es cómo terminó aquí. Luego de dejarla, salgo furibundo y Betania va tras mí entre gritos desgarrados porque no tiene idea de lo que realmente pienso hacer en este momento.

—¡¡Rhys!!

Nada logra detenerme.

Voy en busca de la persona.

Blake no pudo haber llegado hasta aquí sola. ¡Maldita seas! No quiero ni imaginarlo. Ella no. Esas contusiones, hematomas, raspones y ese entumecimiento es la prueba perfecta de que algo malo pasó. Ni padre hizo nada por encontrarla. Y si tengo a quien culpar es a... Wolfgang. Ese hijo de perra no sabe con quien diablos se está metiendo.

Rhys Mitchell: El sabor del recuerdo [II] +21 ✅Where stories live. Discover now