Capítulo 36. Flas backs

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—¿Dónde Putas están todos? —pregunto con la voz elevada.

Loa trabajadores solo se encojen de hombros y continúan con lo suyo, mientras yo camino hacia el pasillo.

Subo las escaleras y con rabia llamo a los miembros de mi supuesto equipo.

—¿Por qué Carajos ninguno está trabajando en lo que deben trabajar? —pregunto estando en la sala.

Escucho pasos apresurados, voces murmurando, distingo a la perfección de lo que hablan, que se apresuran en venir hasta mi y ya no necesito más, sé que estaban haciendo.

Los primero en llegar son Cenit y Juanjo. Tengo los brazos cruzados, la verdad es que no me importa que hagan lo que quieran hacer, pero justo en este momento no hay tiempo para "divertirse"

Luego de unos segundos llegan Rodrigo y Zunú, otros que se pasaron ocupados por lo que se ve.

—Cario —dice Zunú.

—Ahorrence el saludo —me quejo—. Quiero que en este preciso momento se apresure este proyecto, debemos hacer que en cuanto antes la discoteca funcione. Organicen escuadrones en el internado nuevo y busquenme una chica o un chico "nuevo" al que podamos persuadir de pertenecer a nuestro bando e infiltrarse como espía.

>>¡¿Cómo mierda es que ninguno de ustedes sabía que Franco tiene el sello del símbolo de Sy tí jasy?! ¿Saben lo crítico y terrible de la situación?!

Mis soldados quedan mirando al vacío  yo solo niego y me llevo la mano al mentón.

—No quiero inmiscuirme en sus asuntos —replico—. Me da igual que vivan sus romances, yo haría lo mismo si pudiera, pero les imploro que sea cuando no haya gente trabajando abajo...

>>O como mínimo cuando no se quede sola la guarida.

>>Por otro lado, quiero que entreguen a todas las abejas aliadas una espina de coco intencionada para que se hagan sellos, ¿Entendido?

—Sí, Luriel —responden al mismo tiempo.

—También quiero que me busquen noticias de esos pueblos originarios del norte, quiero saber que pasó del comisario es esa chica...

—Yo lo hago —contesta Cenit y sale camino a las escaleras.

—Yo —Rodrigo se aclara la garganta y roza con sus nudillos la mano de Zunú —. Voy a ver de restablecer la comunicación con los del informante. Zunú, deberías, ayudarme con, con...

—Con entrar al PUTO sistema de Franco —grito con enojo—. Lo quiero temblando de miedo porque lo tenemos acorralado, quiero que le pinchen el celular de ser posible ¿Entendido?

Solo afirman y ambos van hasta las escaleras. Escucho sus pasos apresurados ir uno tras otro.

Juanjo se muerde el labio inferior  y como es el único que queda, está con las mejillas rojas. Puedo escuchar como su corazón bombea con fuerza y su respiración va a tope.

—Luriel, te juro que estaba centrado.

—No te juzgo, ni un poco, Juanjo —me adelanto a hablar—. Si  embargo, no nos podemos dar este lujo, no ahora... te pido que, sí disfruta de esto, ¡Carajo! Pero date el espacio en el momento adecuado.

>>Nos tienen del cuello, y Franco tiene una ventaja demasiado grande. Lo peor es que se acerca el Arete guasu y siento que no estamos listos para celebrarlo.

—Tienes razón, Luriel, tienes razón.

—Por increíble que parezca —digo sonriendo—. Pero bien, por favor, hazme el favor de disfrutar esta etapa de tu vida, pero sin descuidar tu trabajo, Rose huesos.

Juanjo ríe de manera pícara y termina retirándose también de la sala.

Termino arrojandome en el sofá suelto un suspiro y entre la mezcla de emociones, solo atino a sacar mi celular, lo desbloqueo con mi huella y me meto a Beehive.

Los perfiles de aliados, de quienes no tienen idea de que pasa en La Colmena y de aquellos que son enemigos se diferencian con facilidad.

Los rebeldes llevan un clip de cuello de camisa con abejas, la cadena en forma de hexágono y 6 puntos uno a lado de otro tatuados en el cuello. Son diminutos, pero para mi, que sé donde están me enfoco en encontrarlos.

Los que son enemigos, o sea los hijos de los aliados de Franco portan con orgullo una Luna creciente en filigrana, el mismo estilo de joya que hizo Franco para encerrar el alma de mamá.

Y quienes no están ni enterados solo parecen disfrutar del colegio, creen que los cambios son buenos, y se nota su emoción por recibir nuevos estudiantes.

El colegio en sí, se abre en marzo a los nuevos, mientras los antiguos se adaptan. Supongo que estos cambios traerán ventajas para el juego de Franco. No lo quiero ni imaginar.

Scrolleo los videos, hasta que me detengo en uno de una usuaria llamada enamoradadelaguerrera_04

Mi corazón late con fuerza al ver que se trata de un edit sobre los entrenamientos de Iracema, lleva unos 5mil me gustas y unas 12mil reproducciones.

Ver a Iracema entrenando, haciéndose más fuerte, sudando, usando un par de Takapes, con el cabello recogido en una coleta hace que mi ser entero piense que más allá de verse sexy, se ve de temer.

En sus ojos no hay una pizca de brillo, solo parece hacer enojo y dolor. Los clips de ella sonriendo son antiguos.

No puedo mentir y decir que me da igual, por que es evidente que esto no me da igual. Sin embargo como voy en la décima reproducción me fijo en que no lleva la insignia del Jasy  y aún usa el collar que le regalé.

¿Me odiará? Supongo que sí, lo debe hacer ¿Cómo porqué no lo haría?

De repente un flash Back me carcome el cuerpo. Estoy hecho fuego recordando como mi boca la recorría y sus suspiros se hacia  fuertes en mi oído. Sacudo mi cabeza y el aroma a su perfume se me hace palpable en el aire.

¡Mierda! No, no, no.

Me pongo de pie, camino de un lado a otro, estoy con los nervios de punta y los recuerdos más intensos. Me apoyo contra la pared e intento respirar.

—Matar, vengar y morir —me repito.

No puedo tener otra prioridad. Franco debe desaparecer y por ende lo que siento por esta chica también.

Agarro de nuevo el teléfono y bloqueo la cuenta.

—No, hoy no vas a carcomer mi mente, Iracema.

Digo y respiro profundo.

Levanto la vista y veo el libro del Orko...

—¡No lo puedo creer! —digo y empujo mis deseos al fondo de mi cabeza—. Mejor estudiar a pensar, logro decir y mi cerebro lo comprende, gracias a los dioses y el añakua.

Los rebeldes [Libro 4]Where stories live. Discover now