Capítulo 53. Sangre

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Luriel está delante de Iracema, quien invocó a espíritus que no había visto antes. Estos atacan a Mirena, por lo que ella deja de proteger al Cario.

Yo me adelanto, para poder apoyarlo, pero los espíritus se multiplican y viene por mi.

Escucho estallidos, golpes, sonidos de rayos y cortes, el bosque se volvió en un campo de batalla. No estábamos preparados para esto.

Corto al espíritu en 2, y este se regenera, ¡Mierda! Se multiplican. ¡Estos son Yvyporas! Ella consiguió los suyos.

-Emyandy tata cheve -susurro y el fuego comienza a envolver a mi cuerpo, y mi arma.

Atacó a los espíritus y estos se deshacen, y ahora, no sé junto a quien ir, Luriel esta acorralado por la princesa Guerrera y Anastasia está casi hecha trizas luchando contra Cariem y Thalia.

-¡Tañarandy! -grito y apunto hacia Thalia.

Cuando hago eso, una bola de fuego sale disparada de mi mano libre, mientras la otra sostiene mi arma que acaba de atravesar un espíritu.

Thalia cae al suelo, pero apaga el fuego en menos de un segundo, me mira desafiante, por un momento tengo miedo, sin embargo me gusta la sensación de peligro. Al mismo tiempo se que me enfrento a los poderes de Carina, esa mujer que lleva mi sangre.

-¡¿Cómo te atreves niña insulsa?! Atacas a una bruja Auris -Thalia se pone de pie viene hacia mi.

-Ataco a la basura dominada por Franco.

Thalia invoca 2 bolas de plasma blanco en sus manos y soy más que consciente de que si eso llega a tocarme voy a sufrir quemaduras horribles.

-¡Ajukata nde anga! -dice el hechizo de palabra.

¡Puta Madre! Si eso me toca mi alma va para la colección de Franco.

Ella arroja la bola, pero logro esquivarla, doy una voltereta en el aire y golpeo la segunda bola de luz con mi arma, ambas caen al suelo de oro su se funde.

Thalia corre hacia mi, y en vez de huir, voy a su dirección. Los espíritus intentan atacarme, pero Juanjo se encarga de que no lleguen a mi, con su arma, los golpea, por suerte.

Cuando llego junto a la bruja Auris no dudo en golpearla en el estómago, el aire se le va, y veo como de su cabello se esparce oro, y luces lilas, es la transmutación. Por tocarla, se purifica.

Miro en dirección a Franco, el sigue luchando contra Rodrigo y Zunu, no se ha dado cuenta, y estoy segura que no tiene idea que yo puedo hacer esto.

Thalia intenta golpearme con una especie de Rayo, pero la esquivo, quedando ella junto en una posición en donde puedo darle un codazo en la espalda y esto hace que caiga.

De nuevo las luces lilas se esparcen, la bruja queda en suelo, por lo que me apresuro en subirme a su espalda, y darle un golpe seco a la altura del homoplato izquierdo. Eso hace que expulse por la boca un líquido lila, huele un asco, pero aprovecho que ella tose para agacharme a la altura de su oreja.

-Se que estas intentando no atacarme, -digo-. Jamas en la vida podría ganaste así de fácil. Ya lo saque todo, Franco no se dio cuenta... pero debes seguir actuando.

-No hace falta que lo digas -responde tosiendo-. Dame un golpe más y déjame inconsciente... y ve por Cariem. Está hiriendo a Ana.

Muerdo el interior de mi mejilla, miro hacia Ana, y tiene razón, achico mi arma y golpeo a la chica en la cabeza. Thalia quedo KO

Ahora Juanjo y Guatavo se están enfrentando a los espíritus, Gustavo los atraviesa con sus flechas de fuego y eso me da chance de correr hasta Anastasia.

Los rebeldes [Libro 4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora