Los rebeldes [Libro 4]

Los dioses del panal

—Cuando tuviste tus visiones —pregunta Maitena mirando al lago de estrellas—. ¿Viste esto, Elsa?

—No —confieso y trago grueso—. Supongo que los dioses juegan en grande y nosotros como peones vemos la realidad a medias... lo que ellos desean y ya.

Las luces vamos y vienen en el cosmos, ahora ando inquieta y no he dejado de mirar abajo. Ni en el Tapekue estamos tranquilos. Esto está sobrepasando los límites de la misma magia.

—Quise hablar con ella... —dice Maitena—. Lo necesitaba... pero al verla tan decidida, y darme cuenta que lo que le diga no iba a cambiar su pensamiento, preferí venir aquí ¿Hice mal?

—Para nada... —respondo mientras veo a Luriel dormir—. Nada de lo que hicieras haría que la chica cambie de plan...

El silencio se hizo entre las dos, quedamos mirando el lago de estrellas, observando el mundo, las almas y las realidades.

—¿Qué va a pasar ahora? —me pregunta.

—Supongo que todas las reglas se van a romper, ya no hay internado, somos perseguidos, los 7 se dividieron y Los dioses del panal decidieron  dejar de ser neutros. No tengo idea de lo que la voluntad divina espera...

—Me gustaría —habla una voz angelical que llega tras nuestro, al ver quien era la dueña la emoción y la duda se apoderan de mi—. Que esos guerreros entiendan que deben detener esta locura y cuidarnos...

—Eirú ... —susurro.

Maitena y yo agachamos nuestras cabezas y ella coloca una mano en nuestro mentón para que la veamos al rostro.

—Aquí no me deben reverencias, estamos al mismo nivel. —dice y mira abajo.

>>Solo espero que lo que tenga que ser destruido arda en las llamas de la justicia y que nuestro legado permanezca. Estoy segura de que lo van a resolver.

Eirú se retira. Miro a Maitena y vuelvo a mirar abajo.

—Ahora —digo—. ¿Quién de ellos realmente podrá detener la mano jugadora de Los dioses del panal?

—No es que quiera ir contra Iracema... pero creo que esa, será Vega Crux.

—Sí —contesto—. La veo con la fuerza de un dragón, la voluntad de un volcán y la que puede de verdad enfrentar a Carina e Iracema. Pero solo el tiempo nos lo dirá, ahora, solo nos queda esperar, y rogar que no ardamos con ellos.

Fin
libro 4

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ª lo hicimos! Llegamos al final del libro 4 ¡a
Uhuuu!

Gracias por acompañarme y llegar hasta aquí.

L@s amooooo