A. D. D

Capítulo Cien

Xia Tingwan se había dado cuenta dolorosamente de que, debido al fracaso del trazado preliminar, había una alta probabilidad de que él y Zhou Yang sólo pudieran plantarse hoy.

Pero antes de marcharse, el director Zhao sonrió significativamente y le dijo a Xia Tingwan: "Señor Xia, ya sabe que Shaoguang Entertainment es el mayor inversor de On the Road".

-"¿Y?" preguntó Xia Tingwan.

-"En realidad, hay muchas cosas que no tienen margen de maniobra", dijo el director Zhao mientras ordenaba los documentos en su escritorio, "El Sr. Ye de Shaoguang Entertainment también está en TBN hoy, está en la oficina del fondo, ¿crees que... quieres reunirte?"

-"De ninguna manera". La expresión de Zhou Yang fue sombría por un momento, entrecerró los ojos y dijo lentamente: "La última vez que el Sr. Ye se reunió con Xia Tingwan una vez en el garaje subterráneo de TBN, Gerente Zhao, debe saber que esa reunión... no fue muy agradable para nosotros."

-"¿Es así?" El director Zhao se encogió de hombros con una mirada desinformada: "No sé cómo era antes, después de todo, yo sólo era un mensajero".

-"Ye Bingwen está aquí, ¿verdad?" preguntó Xia Tingwan, y sin esperar a que el director Zhao hablara, se levantó de golpe y dijo con calma: "Ya veré".

El rostro de Zhou Yang cambió por un momento y levantó la cabeza para mirar fijamente a Xia Tingwan.

Zhou Yang sabía que Ye Bingwen había metido a Xia Tingwan en el coche y lo había abofeteado dos veces, por lo que adoptó una postura firme y se negó en ese momento. Ciertamente quería proteger a Xia Tingwan, pero la repentina decisión de Xia Tingwan en ese momento le hizo no saber cómo hablar.

"Zhou Yang, estoy bien".

Xia Tingwan miró a Zhou Yang, "Espérame, definitivamente saldré dentro de quince minutos".

Los ojos de Zhou Yang parpadearon por un momento, obviamente entendió lo que Xia Tingwan quería decir, también se levantó y dijo con mucha calma: "De acuerdo, te esperaré fuera".

Dijo, palmeando la espalda de Xia Tingwan, pero su mano se deslizó suavemente.

Xia Tingwan entonces sintió de repente un ligero hundimiento en el bolsillo de su abrigo, no mostró ninguna expresión extraña, sólo introdujo naturalmente su mano en el bolsillo, sus dedos tocaron ligeramente el interior e inmediatamente sintió que lo que Zhou Yang arrojó parecía ser un reloj.

Se quedó perplejo por un momento, pero siguió al director Zhao al interior.

Al mirar la puerta cerrada de la oficina, el corazón de Xia Tingwan todavía se sentía un poco nervioso.

No era demasiado atrevido, y el miedo que sintió cuando Ye Bingwen llevó a sus hombres a encerrarlo en el coche antes era genuino.

Aunque Ye Bingwen era un poco inculto, pero tanto la mirada como los métodos llevaban un tipo de vicios raramente vistos en un petimetre.

Este hombre era aterrador.

No era estable, ni podía ser asumido por el sentido común. La primera vez que golpeó a Xia Tingwan en la cara, Xia Tingwan percibió la extrema hostilidad en el corazón de Ye Bingwen.

Si pudiera elegir, no querría volver a ver a Ye Bingwen.

Pero cuando la situación llegó a este momento, él, que se había visto obligado a acorralarse, desarrolló de repente un valor sin precedentes.

Sabía que todo esto ahora era inseparable de la manipulación encubierta de Ye Bingwen entre bastidores, y tenía que enfrentarse a este hombre y averiguar lo que estaba pensando, de lo contrario, su situación sólo seguiría siendo constantemente pasiva.