- Fernando Goth ¿aceptas como esposa a Paulette Sánchez para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe? – preguntó el cura por fin luego de todo un sermón, mire a Isabelle quién le brillaba los ojos y suspiré –
- ¡Perdóname Dios! – pensé mirando la imagen de Jesucristo –
- ¡Acepto! – dijo Fernando feliz y respiré profundo –
- Paulette Sanchez ¿aceptas como esposo a Fernando Goth para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe? – hubo un silencio sepulcral y vi a mamá voltear disimuladamente hasta Gin, era mi momento o todo iba a acabar muy mal –
- ¡No! – dije haciendo que todos voltearon a verme mientras Isabelle fruncía el ceño y Gin respiraba aliviada –
- ¿Qué sucede amor? – me susurró Isabelle y respiré profundo hasta acercarme a mi madre –
- No te vais a casar – a mi mamá se le notaba el terror en los ojos – Fernando – lo miré y él a mí – ella está enamorada de alguien más – Fernando me miró serio y luego a mamá –
- ¿Es verdad? – preguntó y mamá bajó la mirada – me lo hubieses dicho, yo no soy Josué – Fernando agarró su mano y mamá lloraba –
- Perdóname – susurró y me sentí orgullosa de él, definitivamente no era su hermano –Fernando detuvo todo y se disculpó con todos, miré a Gin quien pronunció “Gracias" sólo moviendo los labios y le guiñe un ojo, la gente murmuraba y otros estaban en shock, papá se acercó a mí y me abrazó.
- Gracias – susurró y asentí –
- Paulette – oímos aquella voz y sonreí – ¿aceptas venirte conmigo? – mamá la miró unos segundos y suspiró pesadamente –Mamá me miró unos segundos y sonreímos simultáneamente, le hice señas para que se fuera y así fue, se fue junto a Gin. Era justo que estuvieran juntas y no hacerle daño a alguien que no tiene la culpa de nada, Trini se acercó impactada y me reí mientras abrazaba a mi prometida.
- ¡Joder! – susurró y me reí – te llevas una loca hermana – dijo y asentí –
- Lo sé desde el día uno – me abrazó más fuerte y reí –Cuando todo se había calmado escuchamos un disparo y nos agachados, medio me asomé y me levanté de golpe, esa cabellera roja, esos ojos cafés, no tenían el mismo brillo de hace 5 años cuando la conocí.
- ¿Anabelle? – volteó a verme y su mirada oscura me dio miedo – ¿Qué hacéis? – pregunté con la voz temblorosa –
- Vine a vengarme – dijo firmé y fruncí el ceño –
- ¿Vengarte de qué? – pregunté confundida –
- De esa perra que me quito todo – dijo con rabia – a ti, a Josué, todo – volteó a verla y lo hice también Isabelle tenía miedo –
- Ella no te quito nada – dije mientras Anabelle se acercaba y tragué saliva –
- ¡Claro que sí! – gritó apuntándola y tuve mucho miedo –
- ¿Qué es lo que más te duele Anabelle? – pregunté mirándola fijamente – ¿él o yo? – Anabelle me miró sorprendida –Anabelle intercalaba la mirada por todos para no ser sorprendida y traté de negociar con ella, el problema es que alguien le llegó por detrás y era Fernando, dos disparos sonaron por todo el lugar y cerré los ojos fuertemente. Cuando los abrí vi a Fernando derrumbarse, corrí hasta llegar a él y Anabelle estaba en shock apuntándolo.
- ¿Qué hiciste? – grité asustada – Fernando ¿me oyes? – el castaño estaba sangrando muchísimo – ¡Ayuda! – todos estaban en shock –
- Alanys cuídala – susurró Fernando como pudo y su mano cayó al suelo –
- ¡No! – grité y caí al suelo –
- Quién debe morir eres tú Isabelle – dijo Anabelle y me levanté decidida –Miré a Isabelle quién negaba mientras lágrimas rodaban por su mejilla, estaba decidida en acabar con todo esto era lo mejor para todos, incluso para mí y mi conciencia.
- Anabelle – dije y me miró –
- ¿Qué? – preguntó seca –
- ¿Sabes quien mató a Josué? – sonreí cínica –
- ¡Perdóname Dios! – pensé –
- Isabelle – gritó cabreada –
- No, Alanys mi amor no lo hagas – otra bala retumbó por el lugar y caí arrodillada tapándome los oídos por segundos –
- ¡Cállate perra! – gritó la pelirroja y suspiré –
BẠN ĐANG ĐỌC
Mi vecina de al frente
Lãng mạnNunca me había gustado nadie del vecindario, incluso la mayoría no me cae bien, excepto un par de amigos, con los que me crié, todo era hermoso, hasta que una mañana la vi llegar, tan imponente, tan divina, tan increíble. ¿El problema? es mi vecina...