-¿Alanys? – miro a mamá que entra lentamente a mi cuarto y se apoya del umbral de la puerta –
- ¿Qué sucede mamá? – me quito los lentes de pastas y los pongo en el escritorio para hablar con ella –
- Necesito un favor tuyo – frunzo el ceño y le hago una seña para que prosiga – Isabelle quiere celebrar el sábado su Aniversario con Josué y venga, quería saber ¿si podías cuidar a la niña? – me quedé en blanco, su aniversario, miro a mamá quien me ve atentamente y bajo los hombros –
- ¿Qué pasa si digo que no? – pregunto atenta –
- No sales el otro fin – la miro sorprendida y me cruzo de brazos –
- Vale, iré a cuidar a la pequeña – bufé y me volteé para mirar la laptop y volver a ponerme los lentes –
- ¿Vas a cenar? – preguntó mi señora madre y asentí – Gracias Lanys – dijo y sólo escuché la puerta ser cerrada –
- Su hija y su aniversario – susurré y se me quitaron las ganas de seguir haciendo tareas –Apagué la laptop y me quité los lentes para dejarlos en el escritorio, fui hasta el baño y me amarre el cabello en una cebolla, abrí la llave del grifo y me lavé la cara, luego volví a salir del baño y me limpié la cara con una toalla. Fui por mi móvil y había un mensaje de John.
John White:
¿Puedo ir a tu casa pequeña?
08:30 p.m.
Yo:
Vente tonto
09:10 p.m.
Bloquee el móvil y salí de mi habitación para bajar hasta la cocina, escuché unas risas y cuando pasé por el living estaban otra vez la vecina de al frente y mi madre cada una con una copa de vino, siento que se volverán unas alcohólicas al paso que van, no entiendo Fernando y su hermano no pueden estar con estas mujeres, así no tengo que ver a mi vecina en todos lados y sufrir por… No Alanys, no pienses eso, cerré los ojos y negué.
-¡Buenas noches, guapas! – ambas voltearon y sonrieron –
- Hola Alanys – dijo Isabelle amablemente y asentí –
- Hola miss Veitia – una carcajada salió desde el fondo de su garganta y sonreí embelesada –
- Dime Isabelle fuera del colegio – me guiñó un ojo y tragué saliva –
- Supe que es tu profesora, cualquier cosa si se me hace tarde, te puedes ir con Isa, si ella acepta – “Isa" que asco de apelativo para una mujer tan hermosa –
- No tengo problema en ello – me miró sonriente y asentí, hasta que el timbre sonó y agradecí –
- Abro yo, seguro es John – dije corriendo a la puerta y escuché un “saludos" de parte de mi madre –Abrí la puerta y estaban Paco y John me lancé a sus brazos y los saludé a ambos. Salimos de casa y Paco me prestó su chamarra ya que el frío me agarró desprevenida, estábamos hablando cuando salió aquella hermosa pelirroja y los tres nos quedamos callados, cada uno idiotizados por cada movimientos de mi vecina de al frente, que con sólo sonreír me desequilibra la vida.
-Alanys – dijo suavemente y alcé la mirada a su altura – Gracias por aceptar cuidar a mi hija – asentí sonriente –
- No hay de que Isabelle – asintió y sonrió de lado –
- Hasta luego chicos – dijo y cruzó la calle –Los tres vimos hasta su dirección y su maldito caminar sensual me volvía loca, me prendía y no entiendo porque me pasa esto con esa mujer, la vimos hasta que entró a su casa y cerró la puerta, nos quedamos en silencio un par de segundos hasta que John rompió el silencio.
-Esa mujer, es hermosa – dijo embobado –
- Perfecta – siguió Paco y les pegué a ambos –
- Aush – dijeron al unísono y los miré mal –
- Tranquila pequeña esa mujer es suya – dijo Paco abrazándome y me deshice de aquel abrazo, me crucé de brazos –
- Deja de decir idioteces – dije cabreada –
- Yo creo en Paco, hoy esa mujer donde te veía se quedaba mirándote, sabemos que eres bella pero tampoco así – dijo John y lo miré por segundos y volví mi mirada a la casa de al frente –
- Andreina me dijo lo mismo – susurré y Paco me abrazó –
- Yo tú, lo averiguo – dijo tranquilamente y negué –
- Daniel es mi novio y lo quiero – dije bufando –
- Bueno te lo pierdes, si no me gustará Andreina, le entraría a esa mujer – dijo Paco y John chocó la mano con él y me reí –
- Si dejó en ridículo a Daniel Martínez, por favor, no te ilusiones tampoco – dije orgullosa y él sonreía –
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Mi vecina de al frente
RomanceNunca me había gustado nadie del vecindario, incluso la mayoría no me cae bien, excepto un par de amigos, con los que me crié, todo era hermoso, hasta que una mañana la vi llegar, tan imponente, tan divina, tan increíble. ¿El problema? es mi vecina...