- ¿Supiste que hay nuevo vecino? – preguntó mamá saliendo de casa a mi lado y negué mientras revisaba el móvil –
- Me acabo de enterar – dije sin darle importancia y oímos un camión de mudanza me acordé a cuando llegó Isabelle –
- Quiero conocerlo pero ya será cuando llegue, total es al lado – dijo mamá caminando a su coche –
- Hasta luego Paulette Sánchez – dije sarcástica y me hizo seña con la mano, se subió al coche – esta señora – dije negando y me subí al coche –Ya mi perro esta más grande así que no podía dejarlo en la habitación, pero también era un caos dejarlo abajo porque destrozaba todo y mamá siempre quería regalarlo por ello.
- ¡Marie! – me detuve y esperé a la castaña –
- ¡Cecilia! – dije y me pegó en el hombro – dolió gilipolla –Nos reímos y entramos para ir a nuestros casilleros, los exámenes nos estaban volviendo locos, así que era poco lo que podíamos hablar pero prometimos irnos a beber cuando esto acabase, que ya seria pronto de hecho y después de eso, sólo nos quedaban cuatro meses para graduarnos e irnos a estudiar, estaba tan emocionada.
- ¡Chicos, buenos días! – dijo el gilipollas de Física y rodé los ojos –
Iba a seguir hablando cuando tocaron la puerta y salió a ver quién era, unos segundos después entró con una sonrisa de oreja a oreja y nos pidió silencio.
- Señorita Schuld la necesito en mi oficina – dijo la pelirroja y fruncí el ceño –
- Vaya Schuld la llaman – dijo el imbécil de física y agarré mis cosas de mala gana para irme –
- ¿Todo bien? – susurró Andreina y alcé los hombros de dudas –Salí junto a Isabelle y caminamos hasta su oficina, el retumbar de sus tacones me tenían nerviosa y era lo único que se oía en este pasillo, al llegar sacó unas llaves y abrió la puerta para darme espacio y entrar de primera, luego entró ella y cerró la puerta, me senté frente a donde se sienta ella y esperé a que dijera cualquier cosa.
- ¿Qué le hiciste a mi hermana? – fruncí el ceño sin entender – viene la familia en una semana y Trini pidió que te invitará – la miré sorprendida –
- Y ¿eso? – Isabelle volteó la mirada y cuando iba a hablar nos interrumpen –
- Mi amor – entró Fiorella y me tensé –
- Humbolt estamos en el colegio – dijo Isabelle seria y Fiorella recayó en verme –
- Oh, Alanys, que gusto verte – dijo sarcástica y asentí –
- Lo mismo – dije sonriendo falsamente –
- ¿Qué deseas? – preguntó Isabelle –
- Quería invitarte a cenar hoy con mi familia – Fiorella hizo énfasis en familia y rodé los ojos –
- No puedo, me quedo con Lessa y ya sabes cómo se pone cuando se trata de ti – sonreí orgullosa de mi pelirroja y recordé lo que hablamos en su cumpleaños –Flashback
-¿Y esas exigencias a cuenta de qué? – le pregunté mientras la veía comiendo pastel –
- No me cae bien ella – dijo sin mirarme –
- ¿Quién? – allí si me miró –
- Fiodella – dijo suavemente –
- ¿Y yo si? – sus ojos brillaban y volvió a comer pastel –
- Si no esta papá, quiero una mamá como tú – la miré unos segundos y un torbellinos de emociones pasaba por dentro de mí –Fin flashback
- ¡Alanys! – gritó Isabelle y me exalte –
- ¿Qué? – pregunté asustada –
- Llevo hablándote unos minutos – dijo irritada –
- Sí, acepto ir a la reunión familiar – dije a Isabelle no muy segura -
- Gracias y otra cosa – dijo buscando unos papeles – ya no necesitas hacer más pruebas, sigues siendo la primera del salón lo cual te exonera este período – dijo la pelirroja levantándose y me levanté –
- Gracias Isabelle – la abracé y la oí reír –
- Eres la mejor Alanys – su mano estaba en mi espalda baja y me dio un corrientazo –Nos alejamos un poco y nos miramos a los ojos, nuestras respiraciones se mezclaban y se volvían erráticas, sus manos no se movían y yo sólo quería besarla, cuando me decidí se abrió la puerta y nos separamos de golpe.
- Lo siento Isabelle – susurró Ana Sofía y la pelirroja negaba –
- ¿Qué sucede? – cambió el tema Isabelle y Ana Sofía se acercó –
- Listo lo que me pediste – susurró pero logré oírlo, Isabelle sonrió –
- Gracias rubia, te puedes retirar – Ana Sofía se despidió y salió del despacho, miré a Isabelle y esta me pidió que me fuera, quería explicaciones, las necesitaba y no las tenía, salí cabreada y me tropecé con la persona que menos quería ver en el mundo, sí, Fiorella, rodé los ojos y bufé para seguir mi camino, pensé entrar pero faltaban dos minutos para salir -El día pasó sumamente rápido, cuando me di cuenta estaba regreso a casa y fue cuando me bajé del coche que vi al nuevo vecino, cabello castaño enrollados, fornido, piel morena, alto, muy guapo a decir verdad.
- Joder de tío – me sobresalte y fulmine con la mirada a la castaña –
- ¿Por qué vives asustándome? – pregunté apunto de matarla y me abrazó –Entramos a casa y almorzamos, me sacó a fuerza lo que pasó en el despacho de Isabelle y le conté todo, Andreina saltaba como niña pequeña y yo me reía, definitivamente esta niñata está más loca que una cabra, pidiéndome que fuera a hacerle el amor a Isabelle, suena tentador pero venga, ella está con otra tía, fin.
- ¿Cuantos exámenes faltan? – preguntó Andreina aturdida y revisé –
- Dos semanas y listo – bufó y se volvió a acostar –
- Es demasiado, joder – dijo rendida y me reí –Estábamos estudiando cuando le llegó una llamada a Andreina, que por su sonrisa imaginé que era Paco. Efectivamente lo era, unos minutos después vino por ella, nos despedimos y subí a mi habitación, a eso de las 8 de la noche oí voces y bajé, me sorprendió ver a Gin y mamá llegar con bolsas de mercados, miré a Gin y esta simplemente me sonreía, negué y subí a mi habitación.
Luego de cenar salí a agarrar aire y la vi llegar en su deportivo, estaba hermosa llevaba un vestido negro de tirante y agarró a Lessa quién estaba dormida, nuestras miradas se conectaron y pensé en las palabras de Andreina ¿Por qué no ir y arrebatarme, total en meses me voy a ir?.
- No Alanys – negué y me giré pero no me moví –
Cuando decidí ir a su casa, llegó Minerva y me frene de golpe en la acera, llegó sonriente y con un ramo de flores, sonreí luego de tragar saliva y me saludó efusiva, suspiré y la hice entrar a casa donde estaban tomando vino mamá y Gin, Minnie las saludó y fuimos al living a hablar, le busqué una copa de vino y luego se nos conectaron mamá y Gin, mi cuerpo estaba con ellas y mi mente al frente, que asco estar así, Gin me miraba intensamente y negaba luego, ella sabía la lucha interna que vivía y no era secreto.
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Mi vecina de al frente
RomanceNunca me había gustado nadie del vecindario, incluso la mayoría no me cae bien, excepto un par de amigos, con los que me crié, todo era hermoso, hasta que una mañana la vi llegar, tan imponente, tan divina, tan increíble. ¿El problema? es mi vecina...