31. Matarla no era opción

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- ¡Marie! – volvía mi mejor amiga, me giré y la abracé fuerte –
- Puta vuelves a ser tú – nos alejamos entre risas –
- Joder ni yéndome me abrasáis tan fuerte – nos reímos y asentimos –

Caminamos hasta los casilleros, estaba jodidamente feliz, ya casi me quitarían el yeso, para ser específicas mañana y eso me hacía tan feliz, volvería a caminar normal o medio normal pero bueno, el punto es quitarme el yeso.

- Te tengo una noticia – me detuve y miré a mi mejor amiga –
- ¿Qué sucede? – pregunté y ella miraba al frente –
- Estoy saliendo con Paco – chillé de la emoción y me le lancé encima –
- Joder era hora tía – grité emocionada y Andreina se reía –
- Gracias colega – entrelace nuestras manos y le sonreí –
- Estoy jodidamente feliz por ti hermana – asintió y volví a abrazarla – ¿lo saben el resto? – negaba – ¿qué esperáis? – pregunté feliz –
- Ahora les cuento a todos – asentí y retomamos nuestro camino –

Llegamos al salón y me senté junto a Daniel para que Andreina se sentará con Paco, quien parecía niño con juguete nuevo, estaba de un feliz que no cabía en él y yo estaba feliz por ambos, llegó el profesor de Física y comenzó la tortura. Dos horas más tarde por fin salimos de clase, Pietro me llamó para salir y acepté, él es un buen chico y me caía súper bien, aparte habíamos dejado en claro nuestros sentimientos por el otro, yo le gusto y yo le dije que sólo puedo verlo como amigo y aceptó así, le agradecí.

- ¡Chicos! – dijo Andreina y todos la miramos – quiero deciros algo – sonreí y Paco la miraba idiotizado – Estoy saliendo con Paco – todos chillamos emocionados –
- Joder era hora tíos – John los abrazó muy feliz –
- Sabía que esto iba a pasar algún día – dijo Sara emocionada –
- Felicidades Gilipolla – Daniel abrazó a Paco – cuídalo pequeña – le dijo a Andreina y ella asintió –
- Paco le hacéis algo malo a mi mejor amiga y te dejo sin cojones – le apunté con el dedo y él asintió eufórico –
- Así será chiquita – me respondió y los abracé a los dos –
- Felicidades gilipollas – les dije y nos reímos –

Estábamos felices y nada nos podía quitar esa felicidad o al menos a mis niños no, fuimos caminando hasta el salón y cuando entramos vimos a la profesora de Historia, rodé los ojos y seguí hasta el final del salón, Andreina esta vez se sentó conmigo y Paco con Daniel. La hora pasaba y todos estaban embelesados, debo admitir que Humbolt daba unas clases excepcionales, pero no me cae bien y eso me hace estar modo neutra en toda la clase.

Finalizó el día rápidamente y Paco me dejó en casa, le agradecí y entré, cuando llegué a la cocina estaba papá terminando el almuerzo, lo saludé feliz y me dijo que mañana me llevaría al hospital y asentí feliz. Almorzamos juntos y hablamos de nuestro día, trivialidades y hasta de política, hablar con papá siempre era exquisito, a eso de las 5 de la tarde papá se fue y yo fui a hacer tareas, los exámenes todavía no nos volvían locos, así que estaba calmada en esa parte.

A eso de las 8 de la noche llegó mamá y cenamos juntas, mañana a las 7 de la mañana iría al hospital y estaba muy emocionada, mamá se reía de mí, pero ella sabe que lo que más anhelo es quitarme ese yeso y las muletas, seguramente me mandarán terapia, no importa pero quiero caminar y manejar. Al subir a mi habitación le di de comer a Gale y luego le abrí la puerta para que fuera al patio trasero a hacer sus necesidades, el era raro, sólo hacía en el patio trasero, pero mejor así.

Cuando volvió cerré la puerta y se lanzó en la cama junto a mí, donde dormía siempre, de tal manera no me sentía tan sola, tenía a mi pequeño soldado a mi lado y siendo todavía una pequeñez puedo decir que es más tranquilo, un rato después nos quedamos profundamente dormidos.

*******

Al día siguiente me levanté sin alarma previa y grito de mamá, cuando bajé lista Paulette me miró sorprendida y luego se echó a reír y yo negaba, papá llegó y yo terminé mi desayuno, nos despedimos de mamá y fuimos al hospital, hablábamos de trivialidades mientras esperábamos y del bebé que viene en camino.

Mi vecina de al frente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora