27. Te quiero pequeña

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Han pasado los días de manera increíblemente rápido, hace dos días almorcé con papá y su esposa, la cual felicité por el bebé y ella estaba muy emocionada, primera vez en años que teníamos un almuerzo a solas por así decirlo y no fue tan incómodo como pensé, de igual modo tampoco será muy frecuente aunque le pedí a Suset que la cita del sexo del bebé si quería estar y aceptó feliz, lo cual me hizo pensar que si me voy no lo veré crecer como quisiera.

- ¡Tierra llamando a Alanys Schuld! – volteé a ver a Paco y sonreí – ¿en qué pensabas tía? – preguntó con sonrisa pícara y negué –
- En nada malo cerdo – nos reímos y Daniel nos saludó a ambos –
- ¿Qué les sucede? – preguntó sin entender y negué –
- Este petardo – dije señalando a Paco quien alzaba las manos en modo de paz – y ¿Andreina? – pregunté y los ojos de mi colega se entristecieron –
- ¿Isabelle? – me contra ataco y suspiré –
- Olé y ¿este ataque a que se debe? – preguntó Daniel asombrado y miré a Paco quien estaba perdido entre sus pensamientos –
- Nada tío – sonó el timbre quien hizo reaccionar a Paco y se despidió de ambos – Joder Paco ¿no vais a entrar? – giró a verme y se despidió con la mano, negué –
- ¿Clases? – preguntó Daniel y sonreí de lado –
- Vamos guapetón – le dije sonriendo y esté me dio un beso en la cabeza para caminar hasta el salón –

Apenas era martes y ya no quería seguir viniendo, el segundo corte es aún más complicado y ya estamos haciendo el proyecto de grado para fin de año, y así lograr graduarnos, a mi salón le tocó de tutora nada más y nada menos que Fiorella Humbolt y odio el hecho de tener que verla, más como tutora pero debo soportar unos meses y ya, cuando llegué al salón Andreina miraba a la ventana y me despedí de Daniel para sentarme con ella, en ningún momento me sintió o eso creí.

- ¿Por qué Paco se fugó? – preguntó mirando aún la ventana y suspiré –
- También quiero saberlo – respondí segundos después y Andreina asintió lentamente –

La clase de tutoría comenzaba y ya la estaba odiando ¿quién dijo que esa clase debemos tomarla? Venga, no es tan difícil un proyecto de grado, igual la mitad del salón la mandara a hacer y el otro se lo dejara al compañero nerd que sepa hacerla, en mi caso es distinto porque mi castaña y yo la haremos juntas.

- ¡Buen día chicos! – Entró saludando la pelinegra sonriendo y me tensé – Hoy quiero ver sus trabajos y como van para luego empezar la tutoría cada uno ¿les parece? – preguntó feliz y todos asintieron felices –
- Yo lo llevo tía – se ofreció Andreina y sonreí tranquila, tengo la mejor amiga del mundo y le di un abrazo para calmarla y calmarme –

Efectivamente mi castaña le entregó el trabajo a la profesora y fue la que se encargó de la clase de tutoría con la pelinegra mientras yo la esperaba en el cafetín, ya que se encargó de decirle a la profesora que yo me sentía mal, mucho mejor para mí que la muy gilipolla se lo creyó, miraba por la ventana cuando una voz me sobresaltó.

- ¡Joder! – dije asustada con una mano en el pecho y aquella melodiosa voz hizo que mi corazón se calmará –
- Vocabulario muchachita – dijo entre risa y negué para sonreír – ¿puedo sentarme? – asentí y así hizo – Andreina le dijo a Fiorella que te sentías mal ¿cómo te encuentras? – me tensé al oírla –
- ¡Mejor! Supongo – dije seca y volví mi mirada a la ventana pero sentí la caricia de sus suaves dedos en mis manos –
- ¿Por qué te enojas? – volteé a verla –
- ¿De qué me enojo? – me hice la desentendido y se reía negando –
- Cuando digo algo que lleve a Fiorella tú simplemente cambias – negué y tomé de mi café - ¡Dímelo! – exclamó agarrando mi mano para que la mirase –
- Porque le tengo celos, con tu marido no, a ella sí – me quedó en silencio recordando aquellas escenas y un nudo se me hizo en la garganta –
- Alanys – alcé la mirada e Isabelle me veía triste – eso no ha vuelto a suceder Alanys, no luego de que nosotras hemos estado juntas – dijo esto último en voz baja por el lugar –
- ¿Ustedes estuvieron juntas alguna vez? – pregunté aturdida y con miedo –
- No, nunca logramos llegar tan lejos – me dijo tan segura que le creí –

Mi vecina de al frente Where stories live. Discover now