Mi vecina de al frente

28. fractura en el tobillo

Eran casi las 8 de la mañana y todavía no salía de casa para ir al colegio, agarré mi bolso, las llaves del coche, tranque la puerta de la casa y corrí para subirme al coche e irme al colegio, el móvil sonaba cada cinco segundos, sabía que Andreina estaba vuelta loca, pero es que me había quedado dormida, después de todo no es mi culpa, es culpa de Isabelle.

- ¡Joder Marie! – rodé los ojos al oírla de nuevo decirme así –
- Ya llegó por quien llorabas Cecilia – puso una mano en la cadera y parecía Jarrón, me reí y me acerqué para saludarla con un abrazo –
- Ya vamos a… - el timbre la interrumpió – a clase – suspiró y caminamos hasta nuestros casilleros –

Fuimos hasta el gimnasio, luego a cambiarnos. Llevaba un short negro deportivo y un top a juego, más los tenis negros también, me amarre el cabello y llegamos hasta la profesora Jimena quien nos mandó a correr y luego a calentar con algunos entrenamientos y así finalizar jugando fútbol, no era muy fanática del futbol pero tampoco era fanática a raspar, así que opté por ir a hacer todo lo que la profesora pidió.

Una hora después íbamos 2-2 un par de golpes y arañazos pero estábamos de pie todas jugando, mi equipo estaba conformado por Andreina, Sandra, Favia, Carla, Lucrecia y yo mientras que el otro equipo eran Daniela, Raquel, Briana, Santana, Emily y Katherine Boquer. La última me ha tumbado al menos tres veces, pero no ha logrado mucho con ello, excepto que le saquen una tarjeta amarilla.

- ¡Vamos chicas! – le grito a mi equipo ya que soy la capitana –
- ¿No y que no te gustaba el fútbol gilipolla? – me preguntó Andreina roja y agotada –
- Sigue sin gustarme – me reí y le doy una palmada en la espalda para seguir –

Estoy con el balón directa a meter un gol, cuando volteo hacía las gradas y esta Isabelle junto con Fiorella entre risas y cuando voltea a verme desaparece la risa, aunque en mi aparece la rabia, siento un golpe de la hostia y caigo al piso, chillo por el dolor y la profesora Jimena se acerca para saber como estoy.

- ¿Te duele mucho? – pregunta al tocarme el tobillo y vuelvo a chillar –
- Joder que duele – digo lo más audible que puedo –
- Permiso – escucho alguien decir – ¿Me escuchas Alanys? – allí reconocí aquella voz, era la pelirroja – ¡Llamen al médico! ¿Puedes caminar para ir a enfermería? – negué –

La verdad si creo poder pero si ella me pregunta es porque se ofrecería a acompañarme y no, me rehusó a tocarla, ¿el problema? Es que yo me rehusó, más ella no y sentí que me alzaban como saco de papas, Isabelle me estaba cargando para llevarme hasta enfermería, no había vuelta atrás y no podía decirle que si podía caminar.

- ¡Permiso! – dijo entrando a enfermería y el doctor corrió hasta nosotras –
- ¿Qué sucedió? – el doctor empieza a revisarme –
- Un mal golpe jugando fútbol – digo evitando contar todo e Isabelle me miró con cara de pocos amigos –
- Señorita lo mejor es que la lleven a algún hospital, el tobillo está muy feo e hinchado – miré al doctor con miedo, odio los hospitales después de todo lo que viví –
- Yo la llevo doctor – dijo Isabelle y tragué saliva, no quería ir a un hospital –

Después de todo el doctor firmó el permiso para llevarme, entre Paco y Daniel me llevaron hasta el coche de Isabelle quien fue a avisarle a Víctor lo ocurrido, espero no extiendan esto y no pase de un aviso, Andreina llegó hasta donde estábamos, estaba agitada y me abrazaba, le dije que estaba bien y así se pudo calmar un poco, me avisó que llamaron a Katherine y que no iba a estar nada fácil para ella, negué y le pedí que hablase con Víctor para que no pasará a mayores, total estoy bien y es lo importante, Andreina asintió no muy convencida pero sé que me ayudará.

- ¿Vamos? – preguntó Isabelle llegando y abriendo el deportivo –
- Gracias – dije y Daniel me ayudó a subir al lado del copiloto – vengo ahora – mi colega asiente y cierra la puerta del coche –