45. Con amor: Alanys Schuld

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Y llegó el día tan “anhelado", nuestra graduación. Me levanté temprano y salí con mamá al mall donde compramos algunas cosas que me llevaría a Estados Unidos, y también a comprarle algo a Max, así le pondrán al nuevo bebé porqué sí es niño, me duele tanto no poder conocerlo, tanto que lo anhele y me tengo que ir.

- ¿Es lindo? – le muestro a mamá un traje del equipo de fútbol de Barcelona y sonríe –
- Pero dale del Madrid y Sevilla también – fruncí el ceño y negué –
- Nos llevamos el Barcelona – nos reímos y pagamos todo lo que llevábamos para Max –
- ¿No quieres comer? – preguntó Paulette y asentí –

- Mamá – hablé mientras veía la tabla de pedidos –
- Dime – murmuró ida también en la comida –
- ¿Qué ha pasado con Gin? – hubo un silencio sepulcral y volteé a verla, mi madre fruncía el ceño –
- Nada… ella – mi madre buscaba las palabras correctas – Ella es tu amiga, hija de mi jefe, la próxima presidente de la empresa y aparte yo amo a Fernando – dijo decidida y le creí –
- Entiendo – no seguí con la conversación, se le nota que le afecta –

Pedimos unas hamburguesas para almorzar, reíamos con cada locura que veíamos y luego nos fuimos a casa, eran las 5 de la tarde y la ceremonia comenzaba a las 8 de la noche, tenía que hacer todo como flash. Me fui a duchar y cuando salí, estaba Andreina en mi cama pensativa y a su vez Sara quién estaba en el escritorio viendo la pantalla de la laptop, carraspee y ambas voltearon a verme, sonrieron y pusieron manos a la obra.

- Estás bellísimas – dijo Sara anonadada y sonreí –
- Siempre diré que eres la más guapa Schuld – negué y me reí –
- Vayan a alistarse chicas, en las otras habitaciones también hay baños para que no esperen a la otra – dije corriéndolas –

Me volví a ver al espejo, todavía no me había puesto el vestido, apenas tenía el maquillaje y una trenza que me hizo Sara por cierto me queda preciosa, no me reconozco. Trataron de tapar las ojeras y en cierta manera lo lograron, sin embargo, no hacen milagros. Miré la hora y eran las 6:30 de la tarde, respire hondo y me puse una bata de baño, salí de la habitación y bajé hasta la cocina, oí voces en el living pero no le presté atención, me tomé un vaso de agua y fui hasta el living para saber que pasaba, escuchaba a mi madre alterada, cuando llegué vi a Paulette alterada y a Isabelle aterrada, mi mirada era neutra.

- No sabía que bajaste – dijo mi madre calmándose –
- Ya me voy también – dije sin mirar a Isabelle –

Le dejé un beso en la mejilla a mi madre y subí a mi habitación donde estaban las chicas vistiéndose y maquillándose, me puse el vestido, los accesorios, los zapatos altos. El vestido era negro con detalles de bisutería, largo y con abertura en la pierna derecha, manga larga y escote sencillo, la espalda descubierta, era hermoso, agarré una cartera a juego y me eché perfume, estaba lista.

- Qué guapas estáis las tres – dijo papá y sonreí –
- ¿Y mamá? – pregunté estando al lado de papá –
- Terminando de arreglarse – dijo y miró el reloj – Pau apúrate, vamos tardes – gritó y me reí –
- ¿Vamos por agua? – las chicas me siguieron –

Fuimos hasta la cocina y agarré tres vasos de agua, hablábamos de todo lo que pasó estas dos semanas, Gin comenzó oficialmente una relación con Mauro y fruncí el ceño, Pablo piensa vivir con Patrick, sonreí orgullosa, John y Sara lo intentaron hasta el final pero John no pudo perdonar que Sara no le dijera la verdad y terminaron, ya no creo en el amor. Daniel y Julianne se van a Madrid a estudiar me alegra tanto saber eso y Andreina esta muy mal porque Paco esta con otra, definitivamente somos mejores amigas, sufrimos por igual.

- Todos nuestros males acabarán en unas horas tía – le dije a Andreina agarrando sus mejillas para que me mirase –
- Y no volver jamás – asentí y la abracé fuerte –

Mi vecina de al frente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora