23. Fui una imbécil

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Rumores van y rumores vienen, ese es el día a día en este colegio, en cuanto a mi salida con Ana Sofía todo salió muy bien, fuimos a una feria y la pasamos muy guay. Andreina y Luis están peleando mucho últimamente y eso no está nada bien, Andreina vive de mal humor y no me gusta. John y Sara siento que van a morir juntos al paso que van. Paco está saliendo con una tal Ataia, Se adaptó rapidísimo al grupo y es muy guapa, va de la mano con mi colega aunque sé que lo hace por despacho pero no le digo nada. En cuanto a aquella chica con la que me tropecé en el mercado, me la encontré en un café y ahora ese es nuestro santuario por así decirlo, es médico, vive sola, tiene un hijo y es una preciosura de ser humano.

En cuanto a los Blake, volvieron a la universidad y Gin está más tranquila luego del juicio de Irina donde le dieron 20 años de prisión, justo resultado y me alegro que mis gemelos favoritos estén mejor, Pablo conoció a un chico llamado Patrick es hermoso, según son “amigos" pero todos sabemos que son más que eso, sólo que él no quiere admitirlo, en cuanto a Gin me dijo que conoció a un chico llamado Marcus y se la llevan muy bien, me alegre tanto por ella.

- ¡Marie! – oí en la punta de mi oído y gruñí –
- ¿Qué? – Grité cabreada y Andreina cruzaba sus brazos más cabreada que yo y negué –
- ¿En qué piensas? – preguntó seca mientras me miraba muy furiosa y sonreí de lado –
- ¿Qué te ha parecido este año? – pregunté y ella me miró pensativa –
- Inolvidable – susurró y asentí –

Vi cruzar el umbral de la puerta al profesor de Física quién nos avisaba que las profesoras Humbolt y Veitia llegarían un poco tarde, y que ambas clases estarían suspendidas, sentía la mirada de Andreina y apreté la mandíbula, quizá incluso se me marcaba y mi pecho estaba agitado. Esto no estaba nada bien, Joder, esto no me gustaba para nada, sé como Fiorella mira a Isabelle y no es precisamente que Fiorella sea una mujer fea porqué no, es muy guapa y eso no la mola, sentí la mano de Andreina y me levanté agarrando mi bolso para salir de ese salón.

Cuando tomé aire del patio, abrí los ojos e iban llegando ambas mujeres agarradas de manos, me quedé petrificada y empecé a sudar y temblar mucho, Isabelle miró al frente y cuando me vio soltó a Fiorella quien no se le pasó por alto aquel gesto de la pelirroja, tragué saliva y salí de allí lo más rápido posible, si estaba un segundo más frente a ellas, mataría a Humbolt y abofetearía a Veitia. Pero cuando logré cruzar la puerta del colegio una mano me hizo girarme y pegarme a ella, nuestras miradas se conectaron y hablaron por nosotras lo que nuestros labios no nos iban a decir, sus ojos cafés tenían miedo y los míos rabia, pero más que eso decepción.

Me solté de su agarré y me fui a un lugar donde nadie me iba a molestar o al menos eso creí, sólo que se me olvidaba algo, Andreina me conoce mucho más que yo misma y como siempre allí estaba mi castaña favorita, a mi lado, apoyé mi cabeza en su hombro y lloré, no entendía realmente cual era mi rabia, pero sabía que tenía dolor, porque la amo y ella está con su marido, porqué sí, regresaron y ahora tiene de amante una de sus colegas, nada podía empeorar la situación si lo vemos de la manera en que yo jamás tendré un chance con Isabelle Veitia, ni siquiera en mis propios sueños.

Pasamos la tarde allí, en mi playa favorita, vimos la olas caer y el mar en calma, volvimos a casa a eso de las 7 de la tarde y a los minutos llegó mi madre, Andreina llamó a sus padres y estos la vinieron a buscar, nos despedimos y entré a casa, hablé un rato con mi madre quien me dijo que tenía una conferencia y no sabía si aceptar porque no quería dejarme sola, así que me costó pero la convencí de aceptar ir, no puede pararse por mí, aparte Irina ya esta presa, nada me iba a pasar o eso creo.

Pase el resto del tiempo haciendo tarea y cuando llegó la hora de la cena bajé, comimos, bote la basura y volví a casa para subir a mi habitación luego de despedirme de mamá, me lavé las manos, los dientes y la cara, terminé de hacer mis tareas y a eso de la medianoche me acosté a dormir, estaba exhausta, no podía más y así era mejor.


Mi vecina de al frente Where stories live. Discover now