43. ¿La perdí?

2.9K 211 16
                                    

🥺🥺🥺🥺🥺💔
__________________________________________________________

Isabelle

- Profesores debo comentarle una situación – dice Víctor – síganme – terminó sumamente serio –
- ¿Qué habrá pasado? – murmuró Diana –
- ¿Están todos? – preguntó el director al detenerse –
- Disculpen, aquí estoy – dijo Fiorella y ni me inmute en verla –
- Les tengo que comentar un cambio de plan que hubo y me acabo de enterar – todos murmuraban –
- ¿Nos vamos? – preguntó Pedro y Víctor negó –
- Nosotros seguimos acá hasta el último día pero – se quedó en silencio pensativo – Las alumnas Greish y Schuld tuvieron que irse, la señora Paulette vino por ellas hace una hora – tragué saliva y me quedé paralizada –

Horas antes…

Estaba terminando de alistarme, ya no veía la hora de irme, no soportaba seguir en la misma habitación que Fiorella, a veces es normal y otras es tan insoportable. Me estaba colocando el reloj después de peinarme el cabello cuando se escuchan los pasos de sus zapatos altos por toda la habitación, sonreí al pensar que vería a mi pequeña pero unos largos y delicados dedos recorrían mis hombros, me sobresalte pero seguí como si nada frente al espejo.

- ¿No me extrañas? – susurró sensualmente la pelinegra –
- Ya te dije que no – repetí seca –
- ¿Ni un poco? – besó mi cuello y cerré los ojos fuertemente, mi respiración se volvía errática – sé que sí – susurraba para luego pasar su lengua por mi lóbulo –
- Déjame en paz – dije titubeante –

¡Maldita sea! ¿En serio vas a titubear con ella? Sus manos bajaron lentamente hasta mis piernas y traté de mantenerme fuerte, pero sabía dónde tocar y la odiaba, me empezó a besar el cuello, el hombro y lentamente me fue quitando los botones de la camisa hasta dejarme semi desnuda, me giré y la miré con rabia pero mi cuerpo quería otra cosa y se acercó hasta llegar a mi boca donde di el último paso yo, no debí hacerlo.

El cuarto se llenó de gemidos, todos provenientes de Fiorella, era una mujer muy sensual, lo sabía y sabía cómo usarlo a su maldito favor, después de que terminé mi labor, la dejé acostada sonriente y sentí asco hacía mí, me levanté y agarré mi camisa para ponérmela de nuevo.

- ¿Te vas? – preguntó confundida y la miré –
- Tú querías esto, ya lo obtuviste, ahora déjame en paz – dije para abrir la puerta y terminarme de arreglar la camisa –

El problema es que allí estaba la persona que más amo después de Lessa y me estaba odiando como yo también me odiaba, Alanys no me permitió ni hablar cuando me dio una bofetada, sé que merezco más que eso, me quedé paralizada frente a su habitación y unas lágrimas rodaban por mis mejillas, la había perdido por imbécil, no hay otra palabra para la estupidez que cometí, al rato salió Sara y me miró con odio, intenté acercarme pero no podía.

Fiorella salió triunfante de la habitación y lo había entendido todo, caí en su maldito juego, caí y la perdí, escuché golpes y gritos, no podía quedarme quieta allí, así que bajé hasta encontrar a Sara y le pedí la llave de la habitación, le expliqué todo y le pedí que llamará a Andreina, con odio me hizo caso. Cuando llegué la habitación de Alanys estaba hecha un caos, la abracé pero cuando hablé se deshizo de esté.

- Llora, llora todo lo que necesites – susurré – Perdóname mi pequeña – le rogué y se separó de mí –
- ¿Qué te perdono? – me gritó – que fui una maldita estúpida, que te creí y tú te burlabas de mí – negué y unas lágrimas corrían por mis mejillas –
- Alanys yo te amo – susurré apunto de llorar –
- Vete de mi habitación – dijo dándome la espalda –
- Sé que pagaré muy caro la bestialidad que acabo de cometer y la pagaré con tu odio, yo lo tengo claro pero algo que quiero que sepas, es que no te mentí jamás – mi voz se quebraba junto a mi corazón – te amo y siempre te voy a amar Alanys Schuld
- ¡Vete! – gritó corriéndome –

Mi vecina de al frente Where stories live. Discover now