Mi vecina de al frente

19. ¿Desde cuando te gusta?

Isabelle

27 de marzo de 2014

Flashback

- ¡Ayuda! – escuchaba gritos y miré por el ventanal de la sala, fruncí el ceño y salí al ver a Andreina como loca –
- ¡Hey! ¿Qué pasa? – miré hacía la casa y vi a Pablo pálido –
- Es… - Andreina temblaba y me estaba dando miedo – Alanys – susurró y no supe más –

Salí corriendo a casa de los Schuld, cuando entré vi un desastre en el living y mucha sangre, era como un camino y en medio del living estaba Alanys, todo mi cuerpo cayó y estaba arrodillada mirando la escena, Alanys estaba en el suelo desmayada, su cuerpo y cara llena de sangre y golpes, Paco me ayudó a levantarme y caminé lentamente hasta ella.

-¿Alanys? – susurré y mi corazón iba apagándose – despierta por favor – volví a susurrar suplicando esta vez –
- Mi Ángel – susurró para luego toser –
- ¡Llamen una ambulancia! – grité y aferré a Alanys a mi cuerpo mientras mis lágrimas salían incesante –

Fin flashback

Casi una semana ha pasado y Alanys aún no despierta, tiene fracturas múltiples y la muy gilipollas de la que le hizo esto aún no aparece, todos sabemos quién es y cuando la encuentre yo misma la mataré, suspiré suavemente y me senté en el sillón detrás de mi escritorio en mi despacho.

-¿Se puede? – alcé la mirada y era Andreina asentí sonriendo –
- ¿Qué pasa cariño? – pregunté preocupada por Alanys –
- ¿Va a la clínica hoy? – preguntó sonrojada y sonreí asintiendo –
- Claro que si ¿te llevo? – asintió – ¡Vale! Te aviso – dije y luego todo se volvió un silencio, ambas nos perdimos en nuestros pensamientos –
- ¿Qué siente por mi colega? – alcé la mirada y ella me miraba seria –
- No lo sé, pero sé que es algo fuerte que me hace querer cuidarla, protegerla y que jamás nadie le haga daño – mi voz se quebró – y odio no haber estado para defenderla esa noche – susurré a punto de volver a llorar, creí que ya no me quedaban lágrimas –
- Estaría tan feliz de saber que la quiere como ella a usted – susurro pérdida en algún punto del escritorio y me quedé paralizada – sí, ella la quiere aunque nunca se lo vaya a decir – su voz se quebró y se levantó de la silla frente de mí y me levanté con ella – nos vemos Isabelle – asentí y  la vi partir –

No sé cuánto duré allí frente a la puerta que se cerró hace minutos pero el timbre de entrada a clase me hizo salir de mis pensamientos, Alanys siente algo por mí y vengo a enterarme así, porque mi pequeña está entre la vida y la muerte, ¿estáis de coña vida? Estoy realmente cabreada con todo esto.

Dos horas más tarde ya estaba lista para irme y decidí decirle a Josué que pasara por Alessa, agradecí que él aceptará, esperé a Andreina y me fui con ella, sólo que en el camino Ana Sofía decidió acompañarnos a ver a Alanys, ahora que sé que ella siente algo por mí, ni de la hostia dejo que esta rubia se le acerque, sí, acepto que le tengo rabia y más porque sé que siente algo por mí pequeña.

- ¡Llegamos! – dije seca y Andreina me miró preocupada –
- Gracias por traernos Isabelle – miré por el retrovisor a una Ana Sofía sonriente y asentí –

Nos quitamos los cinturones de seguridad, Andreina agarró su bolso y yo mi cartera, salimos del coche las tres, sin embargo, me adelanté para no verle la cara a Ana Sofía y decidí subir las escaleras, Andreina me siguió el paso y subió conmigo sin decir ni una palabra, al llegar al pasillo de la habitación de Alanys me jaló de la mano y me hizo detener para mirarla.

- No tengáis celos de Ana Sofía, dudo que Alanys le preste atención – miré sobre el hombro de Andreina y venía la rubia –
- Igual me cabrea su existencia – la castaña se reía y sonreí negando para ir a ver a mi pequeña –