29. Gustavo Veitia y María Eugenia Castillo

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Isabelle

11 de Julio 2014

Acercarme a Alanys se ha vuelto tan complicado y no, no es por Paulette o porque soy casada, Fiorella se dio cuenta de todo lo que siento por la castaña cuando sucedió el accidente y desde entonces todo ha sido una pelea tras otra y todas tienen un nombre ¡Alanys!, suspiré suavemente al recordar.

Flashback

- ¿Te gusta? – me preguntó cruzándose de brazos y fruncí el ceño –
- ¿Quién? – Fiorella entrecerró los ojos y luego suspiró –
- La niñata esa – dijo despectivamente y me tensé –
- Sigo sin saber de que hablas – respondí haciéndome la tonta y arreglando mis cosas para irme a mi despacho –
- No te hagáis la idiota Isabelle, sé que es poco el tiempo que te conozco, pero te he aprendido a detallar y jamás te preocupaste por un estudiando tanto como por esa niñata, además veo como la ves – volteo a ver a Fiorella y esta está roja de la rabia –
- Yo no la veo como nada, es una estudiante más y aparte mi vecina, nada más – dije cabreada y Fiorella me miraba intensamente, sabía que no terminaba de creérselo –
- Isabelle recuerda algo – la miro cruzada de brazos – Ella sigue estudiando aquí, puedes ir presa por esa niñata - tragué saliva y finalizó sonriendo, saliendo del salón –
- Hija de puta – susurré sentándome agotada –

Fin flashback

- ¿Miss Veitia? – cerré los ojos fuertemente y me detuve de golpe, maldita voz que tanto amo –
- Dígame – me giré lentamente para mirarle a los ojos, estaba junto a Andreina y Paco – Hola chicos – saludé a todos –
- Hola Miss – dijeron al unísono y asentí –
- ¿Cómo sigue señorita Schuld? – pregunté por su fractura y ella suspiró –
- Un poco adaptada a las muletas, después de dos semanas algún día debía hacerlo – dijo y sonreí asintiendo – venía porque quería preguntarle ¿Cuándo puedo hacer el examen que perdí por el reposo? – asentí recordando –
- ¿Le parece bien mañana? ¿Estás preparada? – ella asentía –
- Sí, mañana me parece bien – sonreí de lado –
- Perfecto, entonces mañana – dije y nos miramos unos segundos –
- Hasta luego Miss Veitia – dijo y se dio la vuelta, suspiré suavemente –
- Isabelle – volteé a ver a Andreina – ¿qué pasa con Alanys? Ambas se ven mal y ella no me dice nada – negué –
- Nada Andreina, es mejor así y tampoco le digas nada ¿vale? – ella asintió no muy convencida – Hasta luego señorita Greish – dije para irme –
- Adiós miss Veitia – escuché mientras caminaba los pasillos del colegio –

Después de salir del colegio, fui por mi pequeña quien está feliz porque ya va a cumplir 6 añitos, no para de repetirlo, haciéndome reír por su inocencia, en cuanto con Josué todo es muy monótono y eso en cierta manera me aburre, sé que mi decisión de volver con él no fue la mejor de todas pero aquí estábamos en este tren de nuevo y él intentaba arreglar todo lo dañado, aunque la verdad ahora soy yo la que no quiere arreglar nada y más cuando mi corazón le pertenece a alguien más.

- ¡Buenas! – dijo Josué llegando y dejé el paño de la cocina en la barra americana –
- ¡Papi! – gritó Alessa corriendo hacía él y ambos apareciendo en la cocina –
- Amor te tengo una sorpresa – odio las sorpresas, pero sonreí falsamente –
- ¿Qué será? – pregunté sarcástica –
- Deja el sarcasmo y ven a abrazar a tu madre Isabelle Elize – me quedé como piedra al ver a mi madre frente a mí –
- Y a mí, mi pequeña bebé – chillé al ver a mis padres y corrí a abrazarlos –
- Son la mejor sorpresa del mundo – grité volviendo a abrazarlos –

Estoy tan sorprendida, los años no pasan por mis padres, empiezo por Gustavo Adolfo Veitia Sanz un pelirrojo, de 1.80 metro de altura, ojos verdes, piel blanca y vestimenta elegante casi siempre, papá es dueño de una de las empresas más importantes de Madrid en cuanto a Moda y por tal siempre viste perfecto. Y ahora esta María Eugenia Castillo Algibre de Veitia es una castaña ojos marrones, color de piel bronceada, mide al 1.75 metros de alturas, es lo contrario a papá siempre está más casual que elegante, aunque en fiestas de galas deja asombrado a quien sea, es un amor de humano aunque con un carácter nada dulce, eso y el color de piel más de ojos fue lo que más saqué de ella aparte de la altura, nuestro carácter es idéntico, mamá es dueña de un estudio de arte en Madrid, papá y ella se conocieron en la universidad de Madrid cuando uno estudiaba Moda y la otra Artes, desde entonces están juntos, yo soy la menor de cuatro hermanos que extraño con el alma, pero sé que todos están felices con sus familias.

Mi vecina de al frente Where stories live. Discover now