Mi vecina de al frente

24. Feliz cumpleaños

-¡Sólo falta una semana para tus 18! Wuju – dijo Andreina emocionada y me reí negando –
- ¿Disco tía? – preguntó John y acepté feliz –
- Joder no, hagamos una fiesta por lo alto – dijo Daniel y todos gritaron emocionados –

Mis días se estaban normalizando o al menos con mis amigos es así, ya no tenía pesadillas con Irina y estaba feliz de salir sola sin miedo, los Blake me buscaban tres veces por semana en el colegio y los otros dos iba Minerva quien se adaptó en el grupo súper rápido la noche en que los presenté.

Flashback

- Chavales, ella es Minerva, Minnie ellos son mis colegas – dije gritando para que todos me escucharan –
- ¡Un gusto! Alanys siempre me habla de ustedes – dijo Minerva sonriendo –
- Hola tía y ella a nosotros de ti – Minerva asintió –
- Espero que cosas buenas – dijo mirándome y me guiñó un ojo –
- ¡Oh sí! Por cierto, es real tus ojos grises – Minnie se reía y asentía –
- Joder tía, venga bailamos – John la agarró de la mano y se la llevó hasta la pista –

Bailamos un rato entre todos, yo bailaba con Daniel, Sara con Paco y Andreina, John con Minnie, bebimos mientras gritábamos y bailamos felices, Minnie no estaba incómoda en ningún momento, más bien se veía muy feliz y me sentía tranquila con ello.

- ¿Qué sientes por mi colega? – preguntó Paco cuando nos sentamos y ella me miró –
- Me gusta mucho y eso que jamás me había gustado una mujer antes – todos la miraban sorprendidos –
- Me cae bien esta tía – dijo Sara y todos asintieron –
- ¿Bailamos? – le susurré al oído y aceptó feliz –

Fin flashback

- Le diré a Minerva para que venga – dijo Andreina y fruncí el ceño –
- ¿Tienen su número? – pregunté aturdida –
- Obvio, esta en el grupo de WhatsApp – Mi mejor amiga rodó los ojos y asentí, me acordé de ese pequeño detalle –

El timbre sonó y nos despedimos todos para irnos a nuestros respectivos salones, iba hablando con Paco y Daniel, mientras mi castaña iba alejada de Paco, todavía no supera el beso porque ya no se le acerca ni a un centímetro, mientras Paco intenta todo por acercarse ella lo aleja, cuando llegamos al salón, ella se quedó paralizada y me acerqué a ver el porqué, mi presión bajo, me dio un vértigo y sentía que me iba a desplomar.

- ¡Lo siento! – susurró Paco y ambas profesoras voltearon a vernos –
- ¡Joder! – susurró Isabelle mientras se arreglaba la camisa y Fiorella limpiaba el labial en sus labios –

Corrí hasta el baño y sólo escuché los gritos de Andreina, más no hice caso. Cuando llegué me metí en un cubículo y el pecho me ardía, no aguantaba más, quería irme de aquí, no podía verlas juntas, quería desaparecer y no regresar más nunca a este maldito lugar, lloraba recordando desde el momento que la vi por primera vez hasta esa escena, donde ambas se besaban y tocaban por todos lados, sabían que era lo que me dolía, jamás podía estar tan cerca de ella como esa gilipolla, como Josué, como cualquier persona en este puto mundo, lloré hasta sentir que no podía más y decidí que era mejor irme a casa. Sólo que cuando salí del cubículo estaba la pelirroja apoyada del lavabo y se sorprendió al verme, seguro me veo del asco.

- Alanys – susurró y pasé por al lado de ella – puedo explicarte lo que – volteé a verla y la mire seria –
- Haga lo que le de la gana, su marido es Josué, no yo – cerré el grifo y salí de allí –

Sólo que en vez de ir a clase de Historia decidí irme a casa, no quería verla y recordar esa escena, ya me basta recordarla sin ver a esa gilipolla, salí del colegio y sentí un mano en mi brazo, me arrastro hasta el deportivo y me metió en el lado del copiloto, fruncí el ceño y la vi rodear el coche para subirse al lado del piloto, prendió y salimos de allí.