Mi vecina de al frente

17. Gintonic

Llegamos a un lugar que ni el mismísimo Paco sería capaz de venir, me abracé a mi misma cuando bajamos del coche, había gente de todo tipo, con muchos tatuajes, sin ningunos, gente con coches, gente con motos, me daba miedo como nos miraban pero cuando Pablo me abrazó me sentí más confiada, caminamos un rato hasta que vimos a la castaña ojos negros con una rubia ojos azules, efectivamente parecía modelo, llevaba un outfit hermoso.

- ¡Joder! ¿esa es la novia de Gin? - Pablo bufó y asintió -
- Es puro físico, nada más - asentí y frene a Pablo -
- Venga ve al coche, yo saco a Gin de aquí ¿vale? Nos vemos en cinco minutos - Pablo dio una mirada panorámica al lugar y sus ojos me miraron aterrado luego -
- ¿Segura? - titubeo y sonreí segura -
- Segura chaval - le respondí agarrando sus mejillas y suspiró profundamente -
- Estáis de coña, pero joder eres una tía de la hostia repito - me reí y le dejé un beso en la mejilla - Llámame cualquier cosa chavala - asentí y esperé a que desapareciera entre la gente -

Volteé hasta donde estaba Gin y se me fue el aire cuando la vi inhalar algo blanco, no soy tonta, vi eso en clase, aunque claro jamás me he acercado a algo así, pero me decepcionó saber que ella lo haga por esa gilipolla, le escribí a Paco quién me respondió en segundos y me dijo que ni por coña me moviera de allí, sé que dos personas que me pueden ayudar y esos son John y Paco.

Me acerqué cautelosamente hasta el grupo donde estaba Gin, Paco me mataría al saber que no sólo me moví si no que me arriesgue a sacar de aquel lugar a Gin pero esa castaña no merece dañarse por nadie, me acerqué con cautela pero a pasos firmes hasta donde estaba y oí risas que cesaron al verme, me crucé de brazos y ella fue la última en mirarme, estaba tan entretenida dándose un pase que cuando me miró su piel pasó a pálido como el papel, tragué saliva y la miré con decepción, mientras ella se levantó de golpe y se limpió, ahorita mismo la estaba odiando con toda mi alma, pero no iba a dejar que esa gilipolla rubia con piernas largas la destruya.

- ¡Nos vamos! - dije con voz gruesa y Gin bajó la mirada -
- ¿Estáis de coña? Perdón ¿quién sois? - la rubia se hizo notar y agarró a Gin como si fuese de su propiedad -
- Quien yo sea no te interesa - dije con asco - ¡Nos vamos! Sí o sí Gin Blake - Gin alzó la mirada y me miró asombrada por como hablé -
- Ella es mi mujer y tú no sois quien para mandar en ella niñata - dijo la rubia acercándose peligrosamente a mí y ni por coña le daría el gusto de verme retroceder -
- ¿Y si me la llevó qué? - pregunté cabreada -
- No querrás vértela conmigo tía - fruncí el ceño y sonreí descarada -
- ¿Tú y quien más? - pregunté amenazante y esta sonrió mirando detrás de ella como dos tíos que triplicaban mi tamaño y dos tías como tres centímetros más altas que yo se acercaban -
- ¿Decías? - preguntó sonriendo sintiéndose dueña del mundo y eso me enfureció mas -
- Me voy a llevar a Gin - dije por último y la empujé para agarrar a Gin de la muñeca y caminar -

Sólo que no pensé que un golpe en el pómulo derecho doliese tanto, caí al suelo y oí un grito, creo que era de Gin, me levanté como pude y escupí al suelo, esta rubia quería guerra y la iba a tener, no crea que le tengo miedo a esa gilipolla. Cuando me acerqué peligrosamente a ella y estaba a punto de abalanzarme hacía ella o ella hacía mí, una voz firme y gruesa nos paralizó, conocía esa voz, ¡Joder! Mataré a Paco, juro que lo mataré.

- La tocáis una vez más y me encargaré que tu funeral salga por todos lados - giré lentamente y allí estaba ella -

Isabelle Veitia con ropa casual, detrás iban John y Paco quienes estaban atento a todo, y una Andreina apunto de acercarse pero con la voz de Isabelle ni siquiera quiso cerciorarse de que yo estuviese bien, le daba más miedo Isabelle que todos esos gilipollas detrás de la rubia.

-¿Y tú quien sois? - preguntó la rubia visiblemente cabreada -
- No es tu asunto, deja ir a la chica y todo estará bien - negocio Isabelle pero la rubia se reía irónica -
- Mejor me voy Irina, esto se está descontrolando - dijo Gin en tono pasivo y me sorprendió -
- Tú no te vais - dijo la rubia y la castaña bajó la mirada -
- A la mierda todo - grité y le lancé un golpe a la cara tumbando a la rubia -