32. 2500 EUROS

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Los días pasaban rápidamente y yo ni miraba a Isabelle, cada vez llegaban más rumores del amorío entre Fiorella y ella, eso me martirizaba aún más, aparte de que se esta rumoreando de que el profesor Francisco también le está rondando, al parecer los han visto juntos un par de veces fuera del colegio, no es la Isabelle de la que me enamoré. En cuánto a su matrimonio, lo que he oído de mi madre tienen la custodia de Alessa compartida pero ya no están juntos, los padres de Isabelle están aquí todavía y mi amor eterno es por la señora María Eugenia quien cuando llego del colegio siempre me trae algo de almuerzo y el señor Gustavo que vive hablando con nosotros, mi padre hace días lo conoció y se hicieron amigos en segundos.

- ¿Hija saldrás hoy? – me pregunta mi madre y negué –
- Pensé ir a mi lugar favorito pero a la vez sólo quiero quedarme aquí – dije viendo la televisión –
- Avísame cualquier cosa enana – asentí y sonreí –

En cuánto a mi vida, estoy saliendo con Minerva o eso intento, le dije que no es fácil pero me dijo que tiene paciencia para enamorarme, no creo que suceda pero la quiero muchísimo. Hace días fui por un café con Ana Sofía y me dijo que estaba saliendo con una chica, es una universitaria y la felicité, era mejor así y bueno quedamos como buenas colegas, ahora en el colegio sólo bromeamos y a veces se sienta con nosotros pero nada del otro mundo.

En cuanto a Fiorella he querido dejar esa materia pero no puedo darme ese lujos, solo faltan pocos meses para acabar mi tortura de verla, odio su cinismo, su risita, todo de ella y sí, la mitad de eso son celos ¿pero como lo evito? Sigo enamorada de Isabelle, estoy jodidamente enamorada de Isabelle.

- ¡Buenas! – me giré y entraba mi castaña junto a Sara –
- Pero si son mi castaña y pelirosa favoritas – dije sonriendo –
- Que zalamera – replicó Sara riendo y me levanté para saludarlas –
- Venimos por ti, vamos al mall – dijo Andreina y sonreí asintiendo –
- Me arreglo y vamos – dije corriendo al baño –

Unos cuarenta minutos después y en tiempo récords estaba lista, opté por un top negro y unos vaqueros azules rasgados por los muslos, unas botas negras y me agarré el cabello en una coleta, el calor era horriblemente insoportable, agarré una cartera, mis lentes de sol, me eché perfume y salí de mi habitación, al bajar salimos de casa pero me despedí de mamá antes y cuando cerré la puerta me giré para caminar hasta el coche y estaba Isabelle saliendo con Lessa.

- Lanys – gritó Lessa corriendo hasta mí y sonreí –
- Mi vida hermosa – la cargué y la alcé para abrazarla, cuando miré a Isabelle salió detrás de ella Fiorella y todo mi rostro cambió –
- ¿Vienes a mi pumpeaños? – preguntó Lessa y aunque quisiera decir que no, no podía... a ella no –
- Claro que sí mi vida bella, allí estaré para que juguemos y me presentes tus amiguitos ¿vale? – asintió y me volvió a abrazar – ¿Le digo a Arturo? – A Lessa le brillaban los ojos –
- ¡Shi! – chilló feliz y me reí para volver a abrazarla –
- Te dejo en tu casa, debo ir a comprar tu regalo ¿vale? – asintió feliz brincoteando en mis brazos y me reía – pórtate bien y nos vemos luego – le dije dejándola en la acera de su casa –
- Hola Schuld – saludó Fiorella y la miré con cara de pocos amigos mientras ella sonreía y me tensé pero el claxon del coche me hizo salir del trance –

Me di la vuelta y caminé hasta mi coche, las chicas no dijeron ni una palabra, apretaba el volante hasta que los nudillos de mis manos se pusieran blancos y la mandíbula la apretaba, la odio, definitivamente la odio, es insoportable esa imbécil y la otra, por favor ¿en serio hasta su casa?.

- ¡Imbécil! – grité y las chicas me miraron preocupadas –
- ¿Ella? – preguntó Andreina y asentí –
- ¿Quién? – preguntó Sara pérdida y tragué saliva –
- Alanys está enamorada de Isabelle – dijo Andreina –
- Lo tengo claro, pero ¿cuál es el problema? – preguntó Sara y mis ojos se cristalizaron –
- Que ella me dijo que estaba enamorada de mí, le entregué mi virginidad y ahora está con esa idiota – dije con la voz quebrada y Sara agarró mi mano para entrelazarla –
- Son unas gilipollas tía, ella no te merece – asentía porque lo sabía pero mi corazón insistía –
- Lo sé tía, pero ¿cómo le digo al corazón que no más? – Sara asentía lentamente sin decir nada y me volvió a apretar la mano –

Llegamos al mall y me logré aparcar para salir del coche e ir a despejarme. Una hora más tarde teníamos par de bolsas de ropa en manos y unos que otros recuerdos para nuestros padres, nos reíamos porque ni saliendo de Barcelona compramos para nuestros padres, fuimos a almorzar y luego volvimos a seguir caminando el mall viendo cosas.

- ¡Vamos a la juguetería! – las chicas me miraron perdidas –
- ¿Para? – preguntó Sara y suspiré –
- Lessa cumple en dos días y debo darle un regalo – Andreina bufó y Sara me acompañó –
- ¿Qué hacéis aquí? – preguntó Sara a una Andreina cruzada de brazos y esta rodó los ojos –
- Ustedes se vinieron, no me quedó de otra – respondió obvia y nos reímos Sara y yo –

Fuimos buscando un regalo adecuado para mi pequeña pelirroja y no conseguía nada que le gustase, aparte tiene muchos juguetes iguales a los de aquí, nada me convencía o al menos hasta que vi un oso de peluche color rosado con morado, es precioso parece ninja.

- ¡Me encanta! – dije acercándome al peluche de dos metros –
- Es hermoso – dijo Sara sonriendo y asentí –
- Creo que le gustará – se permitió decir Andreina y aplaudí feliz –
- Señorita – le llamé a una rubia que trabaja aquí – me lo llevo – dije señalando al peluche y ella asintió sonriendo –
- Venga a caja para pagarlo – me dijo amablemente –
- ¿Cuánto es? – pregunté en caja y vi teclear ahora al chico de cabello negro –
- Son 2500 euros – dijo tranquilamente y mis ojos se quisieron salir –
- 2500 EUROS UN PELUCHE – dijimos al unísono las tres y luego resople –
- Joder, todo por tú hijastra – miré mal a Andreina y esta subió las manos en símbolo de paz –
- Vale, tome y pase la tarjeta – el chico agarró la tarjeta de crédito para pasarla – mi madre me matará – susurré más para mí –

Luego de pagar decidimos que era hora de irnos a casa, con ayuda de las chicas y agradeciendo que Lessa no estaba afuera, logramos meter el peluche a casa, lo cual fue una osadía ya que Lessa estaba en mi casa jugando mientras mi madre y su madre hablaban, así que le pedí a Andreina que la sacará al patio trasero para así meter el peluche a mi cuarto, le agradecí a Sara y bajamos para tomar algo, optamos por jugo de fresa mientras nos reíamos y nos unimos a jugar con Lessa, quién las invito feliz, les caía muy bien.

- Con Fiorella tuve que negociar para que dejará que viniera y a tu novia la aceptó por Arturo – dijo Isabelle sentándose en el sillón al lado del sofá del living –
- Bueno son los dotes de ser un niño guapo, porque a Lessa no le cae bien todo el mundo – dije mirándola mientras jugaba con las chicas –
- La verdad es que no, yo lo sé, salió a mi y a mamá – me reí y asentí –

Me levanté del sofá y me fui con las chicas, estar cerca de Isabelle me causaba conflictos internos que no pretendía seguir teniendo. A eso de las 7 de la tarde las chicas se fueron y yo entré con Lessa, un rato después Isabelle se fue con Lessa y yo ayudé a mamá con la cena.

Luego de cenar, me fui a echar un baño y me puse una pijama más unos calcetines de colores, me acosté y me puse a ver una película, en mitad de la película me quedé dormida, mañana iría a desayunar con Pietro y debía levantarme temprano.

Mi vecina de al frente Where stories live. Discover now