Silencio, es lo único que reina a mi alrededor. Nadie se mueve, nadie dice nada. Nos encontramos sumergidos en la oscuridad revisando que todo este bien para así no delatarnos.
Estamos a casi medio kilometro de nuestro objetivo, esta vez no hay mucha naturaleza a nuestro alrededor que nos ayude a escondernos.
Me olvido por unos escasos segundos de donde estoy y que voy a hacer, para intentar calmarme un poco, pues estoy nerviosa porque sigo sin creerme que después de tanto sufrimiento aquí estoy.
—¿Estas bien? — dice una voz que me saca de mis pensamientos.
Me giro hacia su procedencia y puedo ver a Dimitri, un poco preocupado por mi, automáticamente muevo la cabeza para señalarle que estoy bien y el inéditamente coge su mano lo que provoca una paz en mi interior que no sabia que existía.
Escuchamos un ruido y todos nos callamos y miramos al frente.
La puerta del edificio se abre dando paso a un todoterreno que al encender sus luces todos nos agachamos más para que no nos vean.
Vemos a tres hombres altos y fuertes que también salen del edificio, se meten en el coche y automáticamente se van.
—No era él— digo seria.
—No, debe de estar en el mismo edificio— me contesta Dimitri.
—Tenemos que entrar ya. — digo ya nerviosa. —¿Todos están en sus puestos?
Espero a la confirmación de todos para saber que todos estamos preparados para entrar.
—Entramos— dice Dimitri.
Ambos salimos de nuestro escondite y con el arma en mano nos dirigimos hacia una de las puertas secundarias que tiene el edificio.
Dimitri y yo somos los únicos con la misión de encontrar a mi tío, el resto solo tiene que matar a todo lo que se mueva.
Entramos en silencio escondiéndonos con la oscuridad que nos otorga el edificio. Debemos tener cuidado para que no nos delaten con las luces y pongan a emergencia al resto.
—La entrada tiene que ser parecida a la que encontramos nosotros— comenta Dimitri mientras revisa nuestro alrededor.
Diviso a dos hombres que vienen hacia nosotros con mi codo llamo la atención de Dimitri para que sepa lo que tengo en mente y al segundo esos dos hombres están en el suelo muertos.
Nos movemos hacia ellos para esconderlos, y ambos nos dedicamos a revisar lo que llevan. Finalmente nos quedamos con sus armas, pues uno nunca sabe lo que puede suceder y Dimitri se queda con el comunicador que tenía uno de ellos.
<Planta de arriba despejada> dice Adrián por nuestro comunicador.
Dimitri y yo automáticamente nos miramos y nos ponemos en marcha sin dudar dos veces. Jugamos con las esquinas, columnas y la oscuridad y matamos a cada uno de ellos sin que nos vean.
Finalmente llegamos a una última puerta que nos queda por comprobar, cada uno de nosotros se queda a un lado, Dimitri baja la cabeza en señal de que va a abrirla y con una patada la abre rápidamente. Los dos entramos sin dudarlo y matamos a los que se encuentran dentro de la cabina.
Después de confirmar de que están muertos alzo la vista y veo muchas pantallas en la pared, son las cámaras que habíamos previsto y que hemos evitado que nos delaten.
—No hemos encontrado una mierda— digo desesperada pues nos hemos recorrido toda la planta y no hemos encontrado ninguna puerta con acceso a una planta más abajo. —Tiene que estar aquí esta habitación tiene pinta de estar preparada para posibles ataques— añado.
YOU ARE READING
Infiltrada
RomanceLa arrebataron lo que más quería en el mundo. Alessandra Ruso no descansará hasta que todos caigan a sus pies. Incluyendo toda Italia. Obra registrada en Safe Creative, prohibido su copia total o parcial.