Capítulo 42

1.5K 122 12
                                    

Alessandra

No puedo controlar a mi cuerpo, aunque la temperatura este fría, este hombre que se postra delante de mí hace que aumente tanto del agua como el ambiente.

Y no puedo evitar tener unas ganas de darle una bofetada bien fuerte, y a la misma vez de llevármelo a la cama. Pero puedo hacer todo a la vez ¿No?

Sin pasar un minuto estampa sus labios contra los míos, al instante abro mi boca para darle acceso directo a mi lengua. Y según nuestras lenguas se juntan, poso mis manos a ambos lados de su cara y el inmediatamente me sube, enrollando mis piernas en su cadera.

No puedo evitar gemir en cuento roza mi entrada con su miembro. Joder la tiene tan dura.

Según me escucha abro los ojos y puedo ver una sonrisa que tiene en la cara. Inmediatamente uno de sus dedos comienza a moverse de arriba abajo por mi entrada. Se hunde en ella, provocando que eche la cabeza hacia tras.

Pero esa sensación no dura mucho, pues lo saca y se lo lleva a la boca, chupándolo despacio sin dejar de mirarme.

—¿Ya estas húmeda Sofía? Pero ni siquiera me ha dado tiempo de hacer nada.

—Porque no te callas y comienzas a quitarte la ropa—le contesto.

—¿Y qué quieres hacer? — sonríe viéndome.

Sin dejar de perder contacto, comienza quitándose los zapatos, para luego continuar con la camiseta. Que a pesar de que esta empapada y se le marca todo, sigue siendo más delicioso sin ella. Pero es un secreto que no le diré nada.

Cuando se baja los pantalones, quedando los dos desnudos, no puedo evitar estudiar su cuerpo detalladamente, aunque no sea la primera vez que le veo así.

Este hombre esta para comérselo entero, todos esos músculos marcados, no había visto a un hombre con tantos.

—¿Has terminado de babear? Porque se me ocurren muchas cosas.

Me da la vuelta y posa mis manos en la pared, una de sus manos se dedica a colocar mi pelo húmedo por mi espalda mientras la otra va a mi estomago.

Sus manos hacen que me estiré más, provocando que mi culo llegue a su erección. Al sentirla, no pude evitar soltar un gemido.

Puedo sentir como comienza a reírse, y a restregarla por mi entrada, provocando que cada vez este más húmeda por el.

De la nada siento como me penetran dos de sus dedos, y no puedo evitar soltar un gruñido de mi boca. Los saca y se acerca a mi oído.

—Estas muy rica—dice metiéndoselos en la boca.

Me giro para mirarle y no puedo evitar morder mi labio. Lo saca de su boca y me los introduce en la mía. Según entran los chupos lentamente mirándole fijamente.

—Joder Sofía. A la mierda todo. — Me dice posando una de sus manos en mi cuello.

E inmediatamente se hunde en mí de una estocada. Provocando soltar un gemido por parte de los dos. Sus manos se agarran a mis caderas, y comenzamos a movernos los dos.

Cada golpe, más fuerte, más duro y más profundo.

Ahora mismo estoy en mi mundo, por el camino del orgasmo. Y no soy consciente de lo que hay a mi alrededor, no se si hay alguien en el vestuario, pero me da igual.

Estoy disfrutando de que me follen por detrás, nadie me lo va a interrumpir.

Una de sus manos baja por mi estómago llegando hasta ese botón. Y comienza a jugar con él, provocando que empiece a sentir como mis piernas comienzan a follar.

InfiltradaWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu