Capítulo 28

1.8K 127 20
                                    

Alessandra

Subo a mi habitación a cambiarme y coger las cosas necesarias para ir al lago, cuando bajo veo que están todos en el salón.

—Ya estamos todos vámonos— dice Akila levantándose.

Nos montamos en el coche y pasamos el día tirados allí, antes de ir compramos comida por el camino y estuvimos relajándonos todos. Cuando empezó a anochecer nos fuimos a casa.

Todos estábamos cansados así que hemos decidido pedir unas pizzas. Mientras venían, me fui a mi habitación a ponerme algo cómodo. Cuando salgo del baño para salir de mi habitación, me encuentro una figura en la cama sentado.

—Qué haces Iván— le digo dejando las cosas en el armario.

De repente noto como posas sus manos en mis caderas y retira el pelo de un lado de mi cuello. Aprovecho este momento para oler su aroma.

—Te crees que me podías calentar durante todo el día, con ese bikini y salirte con la tuya.

Me giro, haciendo que nuestras bocas solo estén a pomos centímetros. Le miro a los ojos.

—Yo no te he provocado nada. Pero es bueno saber que te calientas al verme— le digo posando una mano en su pecho.

Me sonríe, y agarra mis piernas, sin pensarlo me subo a él rodeando mis piernas a sus caderas. Empiezo a notar lo caliente que esta. Pongo mis manos en su cuello, besando la comisura de sus labios.

Él se mueve, dejando mi espalda pegada a la pared. Inclina su cabeza para empezar a besarme apasionadamente. Le muerdo el labio y escucho un gemido que sale de su boca.

—Hostia— los dos nos miramos al escuchar esa palabra.

Nos giramos y vemos a Alonzo en la puerta de mi habitación. Él me baja dejando una distancia entre los dos.

—Alonzo puedes llamar a la puerta la próxima vez, por favor— le digo.

—Las pizzas ya están— se da la vuelta para salir— Buena suerte para bajar eso Iván— dice antes de irse.

Nos quedamos los dos solos, con nuestras miradas todavía fijadas en donde se encontraba Alonzo.

—Tiene razón—le miro de abajo a arriba— buena suerte. Te veo abajo.

Y salgo de mi habitación dejándole solo y con un calentón. Estoy segura de que luego me va a matar, pero ha sido muy divertido.


Según entro al salón, Alonzo empieza a sonreír y Matías y Akila le miran raro.

—Que te pasa— le pregunta Matías intrigado.

—Uh, a mi nada— responde riéndose— Soporta tu ahora a Iván.

Me siento a su lado, y me doy cuenta de que me he equivocado, porque pone su brazo alrededor mío.

—¿Primera vez? O ya ha pasado.

Matías abre los ojos y Akila se atraganta bebiendo.

—Que cojones— dicen los dos mirándonos a la vez. — Donde coño esta Iván— nos mira Matías.

Alonzo me mira esperando a mi respuesta.

—Estaba arriba.

—La que estaba arriba eras tu— me corrige Alonzo.

—¡Les has pillado follando! — grita Akila.

Me hundo en el sillón, porque ahora mismo no quiero tener esta conversación.

InfiltradaWhere stories live. Discover now