Capítulo 35

1.7K 114 5
                                    

Alessandra

—Uiba, no te esperaba llegando con él. — dice Akila.

—Ni yo, pero se presentó en mi casa. Y no tenía ganas de discutir.

Nos movemos hacia le sótano, para coger lo que necesitábamos, mientras recogemos nuestras pertenencias Iván esta hablando al fondo.

—Espero que hayan descansado lo suficiente, porque los quiero al 100%. Quien haga algo mal o cometa alguna estupidez tendrá mañana la carta de despido. Más les vale, estar concentrados. No quiero fallos, ni que esto dure toda la puta noche. Andando.

Nos dirigimos a las furgonetas que nos llevaran a nuestras posiciones, pero antes nos quedamos todos los tenientes y el general, fuera.

—Todos saben su misión. — todos asentimos.

Akila hace un intento de hablar, pero este la para antes.

—Como sueltes, otra vez esa puta tontería te vas a la puta calle Akila. — y con eso se va a su vehículo.

—Quedáis avisados los tres. Si me ataca una rata, matarme antes de que me pegue unas enfermedades.

—Otra vez no, por favor— dice Alonzo antes de salir corriendo.

—Y quiero un entierro bonito— dice dirigiéndonos a las furgonetas.

—Tendrás todo lo que quieras— le dice Matías antes de besarla.

—Intercambios de saliva, para otro momento. — me miran perplejos— Gracias.

Cerramos la puerta y arrancamos. La verdad es que tampoco me hace mucha gracia tener que meterme literalmente en una cloaca, pero bueno, lo llevo mejor que Akila.

Desde que ha arrancado el vehículo, no ha dejado de morderse la uña en señal de nerviosismo.


Llegamos allí, y nos bajamos los tres con nuestros soldados al mando.

Nos encontramos en el acceso al alcantarillado, esperando la orden por el auricular que llevamos todos en el odio, para comunicarnos entre nosotros.

Estamos todos esperando en una calle oscura, donde nos aseguramos de que no venga nadie que nos bloquee la salida en caso de emergencia. Aunque tengamos un equipo en las instalaciones que no dejan de mirar todas las cámaras de seguridad que se encuentran a nuestro alrededor.

<James y Castello en posición>

<Costa, Davis y García, listos General>

<Adelante, hasta la primera posición>

Y según escuchamos su permiso, Matías levanta la alcantarilla y da paso a los soldados. Una vez que nos dan luz verde, bajamos.

Según mis pies tocan el suelo, y mis manos deshacen el agarre de la alcantarilla, un olor horrible llega a mis fosas nasales. Doy unos pasos al frente para dar paso a Matías y estudio la posición.

Estamos todos con nuestras armas y linternas, pues no se ve una mierda aquí abajo. Miro a mi alrededor y todo esta según miré en los planos durante esta semana, por lo que no tiene que surgir problemas.

Miro a Akila, para asegurarme de que se encuentra bien. La veo bien, a pesar de que no para de mirar el suelo y las paredes, intenta ocultar lo nerviosa y ansiosa que esta por salir de aquí.

Nos ponemos todos en posición y vamos avanzando, nos dividimos en tres grupos cada uno con sus soldados vigilando los laterales, el centro y nuestras espaldas.

InfiltradaWhere stories live. Discover now