Capítulo 16

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Alessandra

Me giro y veo a un grupo de delincuentes, son 6 hombres de complexión parecida a la de Iván.

—Mira, mira, unos tortolitos— dice uno de ellos.

—Os voy a dar un consejo. No me toquéis los huevos y marcharos de aquí antes de que las cosas se pongan feas— les dice Iván mientras veo que sus manos se vuelven en forma de puños.

—Yo que vosotros le haría caso. — les digo a ellos.

—Sorprendente, debes de estar borracha para darme la razón— me dice con voz pícara.

—No es el momento de estas tonterías tortolitos— dice el que se encuentra en la esquina.

Empiezan a venir hacia nosotros, redondeándonos.

—Con cuantos crees que puedes— me susurra Iván.

—Dame 2, que con este vestido poco puedo hacer.

El me mira asintiendo, y cuando uno de ellos ataca, nosotros también lo hacemos.

Son tíos grandes, pero no son rápidos. Uno intenta darme un puñetazo, pero le esquivo, dándole un golpe en el costado para moverme detrás de él y empujarle para que se de contra la pared. Uno de ellos aprovecha y me coge de los pelos para tirarme al suelo.

Caigo primero con los codos y luego el resto del cuerpo, no quería que mi cabeza chocase primero. Viene en mi dirección, pero soy más rápida que él, justo cuando esta a escasos centímetros de mí, impulso mis piernas en su estómago haciendo que caiga al suelo.

El primero que me ataco saca una navaja. Mierda tenía que haber traído algo para defenderme. Intenta apuñalarme, pero soy más rápida, lo intenta otra y otra vez, hasta que en una de esas consigue rozar mi piel.

En cuanto veo mi sangre, solo veo rojo. Este hombre esta muerto.

Hace otro movimiento y me hecho para tras y con un golpe de mi pierna a su muñeca su arma sale tirada al suelo.

Voy a por ella y cuando me giro los dos están en frente de mi. Se que Iván esta luchando en el fondo, pero no presto atención, me tengo que ocupar con lo que tengo.

Busco algo que me pueda ayudar a dejarles inconscientes, no puedo apuñalarles, pero si darles unas buenas cicatrices.

—Venga muñeca, ya te has divertido. Ahora nos toca a nosotros— me miran los dos con una sonrisa.

Y ahí es cuando veo el contenedor a mi lateral.

—Yo creo que no. — les sonrío y me agacho.

Deslizando mi pierna izquierda hacia los pies de uno y rajando la pierna al otro, consigo distraerles. Corro hacia el contenedor y lo muevo. Los dos vienen corriendo hacia mi. Empujan el contenedor, dejándome encerrada con ellos al frente y pegada a la pared.

—Hay que admitirlo, buena pelea muñeca. Has conseguido calentarme aun más la polla— le escupo en la cara.

Y con un movimiento rápido mis pies van a esos dos pedales que hay en el centro del contenedor. El contenedor se abre lo suficientemente rápido hacia su cara y yo con un impulso empujo las puertas con más fuerzas para que sea un golpee duro y les deje cao.

Empujo el contenedor para poder liberarme y veo a los dos cao en el suelo con la cabeza sangrando. Les escupo a los dos en la cara.

—Cerdos.

Veo que uno de ellos lleva una pistola, la cojo y mis ojos van donde esta Iván. Joder, aunque uno esta cao, son tres contra uno, no para de lanzar puñetazos aunque le hayan destrozado la cara.

InfiltradaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang